Departamento de quejas

ME PLATICABAN ayer de una "maestra" de 4o de primaria, que a una niña raya, con una X grande, de lado a lado de la hoja,  cuando le queda mal un ejercicio. O que la ignora. Y todo porque la madre se atrevió a decir en una junta de madres de familia que "no hay semana en que no falte un día. Y hasta dos o tres". Considero que no hay peor trabajador de la educación que aplique la venganza con los niños por diferencias con los padres. Me dicen que es una escuela del rumbo de Parrilla.

EN TODOS LOS GRUPOS hay alumnos que se ubican en los extremos. Dos o tres alumnos que batallan para aprender, y la misma cantidad en el extremo contrario que son muy inteligentes y el, la, docente, no puede con ellos. Y segrega a los alumnos de ambos extremos. Las razones son simples: no tiene conocimientos, ni paciencia, ni amor por la enseñanza. Lo cómodo es trabajar con los alumnos que se ubican en el centro, que son la mayoría.

EN EL LIBRO "Los alumnos de Barbiana", estos señalan que la mayoría de maestros trabajan bien con los alumnos que aprenden en buen ritmo, y que segregan a los alumnos que son lentos en aprender. El libro trata precisamente de un cura en esa ciudad italiana de nombre Barbiana, que fundó una escuela con puros alumnos rechazados. Y estos encontraron mejor ambiente para el aprendizaje, con la ayuda mutua, donde los que más saben enseñan a los que menos saben, y claro, con la guía y motivación del cura.

PARA EL NIÑO O NIÑA que está en una circunstancia así en los extremos que señalo, y con un maestro o maestra que los ignora y anula, es una tortura su día a día. Y si tan solo el maestro o maestra los ignorara ya es un agravio grande, imaginemos si los agrede de manera verbal, indefensos que son y que están en esa edad, proclive a sufrir severos daños emocionales. Se le debe denunciar, por supuesto.

EN TODOS LOS GRUPOS hay tres o cuatro alumnos inquietos, o muy inquietos, que generan desorden a la menor provocación. La mayoría de docentes los reporta, los regaña, los enfrenta, manda a llamar a sus tutores. Los regañan entre los dos. Si es papá violento allí mismo le quiere dar de golpes. A esos alumnos no los liderean en su familia, en la escuela se enfrentan a la misma actitud de rechazo y regaños, y no le queda más que ser lidereado en la calle por quienes los llevan por el camino ilícito.

ES CIERTO. El ambiente en las escuelas se va tornando cada vez un poco más difícil con el nternet en mal uso, las redes sociales. Además se agrava la situación por los dos años de pandemia, en donde se tomaron las clases virtuales. De hecho, un alumno que entró en septiembre de 2019, el segundo semestre fue virtual por la pandemia, lo mismo que todo el 2021. Así que debemos reflexionar sobre la situación por la que pasaron. No se trata de echarnos la culpa unos a otros. Sino, cómo hacerle en la estrategia de trabajo con ellos. No desesperarnos. Pero tampoco humillarlos, segregarlos ni agredirlos. Son circunstancias que nos ha tocado vivir.

DIFÍCIL LA SITUACIÓN en las escuelas, principalmente en las secundarias y nivel bachillerato. Lo más fácil es echarnos la culpa unos a otros: padres, maestros, alumnos, SEP, gobierno, ausencia de valores, propagación de activadores, corridos tumbados, como apología de actividades ilegales. Eso es fácil: siempre los otros tienen la culpa, nunca uno. Y debe ser al contrario, sin autoflagelarnos, hacernos la siguiente pregunta: ¿Qué puedo mejorar de mí, para sentirme mejor en mi trabajo? Y las respuestas pueden ser variadas. Lo más sencillo es cruzarse de brazos, no hacer nada y quejarnos de todo.

HACE DÍAS ESCRIBÍ un texto que lo transcribo: "Este es el lugar especial para usted. Es el Departamento de quejas. Aquí vierta todo lo que a su juicio está mal y le es molestoso. "Hace calor, qué contrariedad; mejor estaríamos en el infierno!"; "Llueve bastante, hasta parece el diluvio"; "¡Qué color le puso el vecino a su casa; ¡hasta parece casa de citas!" "¿Ya viste el tipo de ropa que usa la vecina?" Este es el lugar para quejarse de todo. De lo caro que está todo. De "los tiempos ya no son como antes". "Allá está tirado el que se creía el rey de todo el mundo". Siga, siga. La queja la puede hacer verbal o por escrito. Con su nombre o de manera anónima. El resultado es el mismo: nada."

Y A LO ANTERIOR puede sumarse las quejas que tienen que ver con la educación. Quejas por todos lados. Y claro, muchas de ellas tienen razón, por ejemplo el bajo salario (que es menos si le quitamos el gasto de transporte a la escuela), la excesiva documentación que se pide, y cosas así por el estilo. Solo que aún as debemos hacer la parte que nos corresponde en la enseñanza. Y estoy seguro que la mayoría de maestros y maestras así lo hacen.

PLATICABA CON UN AMIGO hace días, sobre la importancia de la educación (sea pública o privada). Yo le agrego la importancia de los libros de texto gratuitos. Porque solo gracias a ella, la educación pública con sus libros en gratuidad, fue posible que millones de mexicanos saliéramos del infierno de la pobreza. Reiterando: no por una maestra que maltrata a los niños o que se venga en ellos por diferencias con los padres de familia, o que los ignora sumisamente, no por ella paguen todos. La gran mayoría son atentos y responsables, y trabajan con ética dentro y fuera de los salones de clases.