"Dios los cría y ellos se juntan", es un grabado perteneciente a la serie "Los disparates" del artista español Francisco de Goya (1746-1828), pero también es un adagio popular que en apenas siete palabras muestra que las personas afines o similares, en determinado momento se buscan, se encuentran y, lo más probable, se junten.

          El contenido del párrafo anterior fue lo primero que se me vino a la mente cuando el pasado sábado 22 de noviembre me enteré que el presidente nacional del PAN, Jorge Romero, hizo pública la siguiente declaración: "Si Ricardo Salinas Pliego se anima y avanza, no lo descartamos como candidato presidencial".

          Sí, el líder del, hasta ahora, principal partido político mexicano de derecha, le abre la posibilidad de contender por la presidencia del país al, hasta ahora también, principal personaje político mexicano de ultraderecha.

          Y es que, tengamos presente el adagio que da título a esta columna, en los tiempos actuales nacionales, la derecha y la ultraderecha se están encontrando y alineando con el fin de juntos pretender sacar del poder político a la izquierda representada por la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo y por MORENA.

          Ya hubo un intento de la derecha a través de la Coalición Fuerza y Corazón por México, que promovida por el empresario Claudio X. González y con la candidatura de Xóchitl Gálvez, pretendió triunfar en la contienda presidencial de 2024, objetivo que no logró pero que no la desanimó y continúa en sus afanes hasta golpistas para alcanzar su meta de ocupar la silla presidencial.

          Pero hay que anotar que en ese proceso electoral, aunque la derecha tuvo sus guiños con la ultraderecha, en la realidad no lograron crear un frente que los hiciera transitar brazo con brazo por el camino electoral.

          Y en este rubro, recordemos, por ejemplo, un par de anécdotas: 1.- La felicitación que la entonces candidata presidencial del PAN, PRI y PRD, escribió por el triunfo de la ultraderecha en Argentina con Javier Milei a la cabeza, felicitación que casi de inmediato pretendió matizar argumentando que la alegría no se debía por el triunfo de las propuestas de la extrema derecha, sino por el triunfo de un proceso electoral democrático; y 2.- El que la máxima de la Coalición Fuerza y Corazón por México fuese "Libertad, Vida, Verdad", como pleno coqueteo con el lema de los libertarios y de Milei que es "Libertad, Vida, Propiedad", pero sin atreverse a utilizar el último concepto ("Propiedad"), para pretender matizar la idea que en el país se tenía de que el proyecto político de la Coalición Fuerza y Corazón por México, en realidad era un proyecto empresarial ideado, conformado y conducido por el empresario Claudio X. González.

          Pero eso fue en el proceso de 2024, y hoy en día las circunstancias han cambiado para las fuerzas políticas integrantes de la Coalición Fuerza y Corazón por México: El PRD ya no existe, el PAN ha manifestado desmarcarse del PRI, el PRI anda desesperado por encontrar el cómo sobrevivir en el futuro inmediato, y Xóchitl Gálvez y Claudio X. González se han desdibujado tanto que ya no pintan.

          Y en medio de ese cambio descrito en el párrafo anterior, han hecho su aparición dos aspectos más radicales hacia la derecha: 1.- El "relanzamiento" del PAN anunciado por su presidente nacional, Jorge Romero, mediante un discurso salpicado de menciones a Dios, mostrando su nuevo logotipo, y adoptando un nuevo lema con reminiscencias fascistas y de ultraderecha: "Patria, Familia, Libertad"; y 2.- La presencia cada vez más radical del empresario Ricardo Salinas Pliego, y sus muestras de orgullo al definirse de ultraderecha, libertario, y prometiendo que sacará del poder a los "zurdos de mierda", tal como ha calificado Javier Milei a la izquierda argentina, orgullo que Ricardo Salinas Pliego muestra al hacer propio el lema de los libertarios: "Libertad, Vida, Propiedad".

          Pero a decir verdad, este "nuevo" PAN que huele a naftalina decimonónica encabezado por Jorge Romero, y este radicalismo de Ricardo Salinas Pliego, no es lo único que hace coincidir a estos personajes públicos. No, y es que aunque los dos se dicen amantes del Estado de Derecho y del combate a la corrupción, los dos en la práctica como que no siguen muy al pie de la letra lo que dicen amar. Es decir: Uno es señalado de evadir impuestos, y el otro está mencionado como miembro de lo que en la capital del país se denomina "cártel inmobiliario".

          En fin, y como dice el título de la columna: "Dios los cría y ellos se juntan". Aunque sería totalmente comprensible que Dios reclamase con un "¿Y yo por qué?"