La Importancia del gabinete en un gobierno

Pocos funcionarios han sido nombrados por su capacidad...


En Tabasco varios gobernadores han dejado mucho qué desear con su obra de gobierno porque a la hora de armar su gabinete han puesto a puro cuate, "al que estudió conmigo en la primaria", a los del grupo que jugábamos softbol, al que más repartió propaganda en la campaña, a los parientes y al bien recomendado. Pocos funcionarios han sido nombrados por su capacidad, por su perfil profesional, por su experiencia anterior y probada en el cargo o por una verdadera vocación de servir. Por ello, esos "funcionarios", puro burócrata improvisado, no funcionan a la hora de la hora. Y así nos ha ido en los últimos sexenios.

Y aquí me vienen a la mente las palabras de un periodista, no recuerdo si fue Catón: "Los hombres de primera se rodean de hombres de primera. Por eso don Benito Juárez fue grande": tuvo un gabinete de lujo que le permitió enfrentar los tiempos tormentosos del siglo XIX. Don Porfirio Díaz, gran estadista, también tuvo un gabinete de primera, fue el gran constructor de un México que venía hecho pedazos de un siglo XIX convulso y oloroso a pólvora. El pecado de Díaz fue quitarle las concesiones petroleras a la Standard Oil de Rockefeller y favoreció a la Compañía petrolera inglesa "El Águila": los gringos no se lo perdonaron, derrocaron a don Porfirio y éste quedó satanizado como el "sátrapa dictador", igual que aquellos gobernantes en América Latina que han afectado los intereses económicos del imperio yanqui.

SER HONRADO NO LO DA UN DOCTORADO

Pero volvamos con los gabinetes de lujo y sus grandes mandatarios. Don Lázaro Cárdenas que apenas estudió primaria era un hombre honrado, y tuvo también un gabinete de primera, de ahí su gran obra de gobierno. Además de tener un gabinete de primera, don Lázaro no era sinvergüenza como los doctores en economía, egresados de universidades gringas, que han gobernado a México en los años del neoliberalismo. Don Lázaro Cárdenas, hombre honrado, procuró que así fuera su administración. Porque el ser honrado no lo da un doctorado y a nadie el doctorado le quita lo maleado.

Por otro lado, los hombres de primera y que se rodean de hombres de primera tienen una visión amplia del mundo, en el tiempo y en el espacio, de un estadista. El estadista tiene una visión del universo político, económico y social como un todo estructurado, como una totalidad concreta como lo señalaba Karel Kosik. Y, además, entiende lo social en el tiempo largo, con una amplia perspectiva histórica: el estadista conoce a fondo la Historia mundial, nacional y regional. Muestras de esa concepción del mundo la plasmó aquí en Tabasco don Enrique González Pedrero con su gran obra de gobierno en lo económico, en lo social, educativo y cultural: sin duda, él ha sido el mejor gobernador en la historia de nuestra entidad. Y en esa escuela se formó Andrés Manuel López Obrador, al igual que otros jóvenes políticos tabasqueños. De ahí la gran obra de gobierno lograda hasta por nuestro paisano presidente y su gabinete.

Muy al contrario, el político tiene una visión empírica, inmediata de las cosas y a corto plazo, no ve más allá de sus narices. La concepción del mundo social como una totalidad concreta con una visión a futuro, no pasa por su mente. Esos políticos "prácticos" me recuerdan a aquellos presidentes de mi pueblo que su "gran obra" era remodelar el parque para borrar lo que había hecho su antecesor; o cambiaban el reloj público que había dejado el anterior movido por la misma visión miope y mezquina: con esos mismos motivos, o por ignorancia quizá, los gobernadores posteriores borraron la gran obra de gobierno de González Pedrero. Todo aquel magno proyecto de don Enrique, que concibió a Tabasco como una totalidad concreta y que se plasmó como obra de gobierno, quedó en el olvido. Tabasco volvió a ser gobernado como lo hacían aquellos presidentes municipales de mi pueblo: de manera empírica.

Pienso que Manuel Andrade sí realizó un buen gobierno, con una amplia visión sobre Tabasco, principalmente en el ramo de salud, hospitalario y de sanear la deuda del gobierno. Siendo gobernador priísta "enamoró" al presidente panista Vicente Fox y ya como líder de la CONAGO el gordo Andrade le sacó apoyos federales para Tabasco, principalmente para carreteras. Y eso de las caguamas, que tanto le critican los puritanos, a qué tabasqueño no nos gustan y sólo los hipócritas no han cometido un exabrupto.

Sea quien sea el próximo gobernador en Tabasco, debe retomar muchos programas de aquel todo que fue la obra de gobierno de don Enrique, aprovechar las experiencias de varios políticos tabasqueños, jóvenes entonces, que se formaron con él.

Comentario final: mis libros "Tabasco en sepia" y "Tabasco a dos tiempos", y editados por la UJAT, fueron escritos precisamente con esa concepción epistemológica de entender el mundo de lo social como una totalidad concreta y con una visión del tiempo largo, de lo social y de las estructuras; y del tiempo corto, de lo cotidiano y de la vida diaria de las personas como lo planteaba Fernand Braudel: Tiempo del historiador y tiempo del cronista, no confundir cronista con historiador. De ahí mi libro "Tabasco a dos tiempos".