CÁBALA

TSJ: ESTABILIDAD Y LEALTAD


El análisis de fondo que el magistrado presidente del poder judicial en Tabasco Enrique Priego Oropeza, emitió ante el pleno del Congreso Local en el marco de su informe de labores por quinto año consecutivo, en verdad no tiene desperdicio alguno según mi apreciación.

El juez -enmarca EPO- debe ser imparcial y, por mandato constitucional, no debe escuchar a una de las partes en ausencia de la otra. Tampoco puede allegarse pruebas para mejor proveer, como sucedía antaño. Ahora la carga de la prueba, según el artículo 20 constitucional, corresponde exclusivamente al Ministerio Público. El juez, para dictar sus resoluciones, considerará según corresponda, los datos de pruebas o las pruebas aportadas por las partes. Los medios de pruebas no desahogados correctamente en el juicio oral no existen en el contexto jurídico del juicio.

Más que discurso, el reconocimiento del magistrado a la necesidad de seguir mejorando la actuación de los jueces para obtener mejores resultados en el proceso penal, es la parte toral de su compromiso de brindar una justicia democrática que en tiempos de la 4T, es oro molido.

Reconocer además que la asesoría jurídica de las víctimas no se ha desarrollado al nivel que se requiere y refrendar el compromiso por impulsar la capacitación de defensores para que su presencia en el proceso no sea puramente formal, sino activa y positiva, es otra arista pulida en su exacta dimensión.

Si bien, el responsable de la ministración de justicia pronta y expedita, reconoció que existen excelentes  defensas que realizan grandes aportes en la búsqueda de la verdad para impartir justicia, establece pros y contras del ejercicio jurídico que ninguno de sus anteriores antecesores pudo contrastar y enfrentar.

"Hay algunos que no se han preparado debidamente o no se han imbuido en el entusiasmo de cumplir el deber de hacer justicia al inocente. Defensores que no investigan, que no preparan su intervención, que, salvo su presencia, nada aportan, sino sólo esperando el milagro de que el fiscal se equivoque, para ganar la batalla sin hacer un solo disparo. Queda claro, el procedimiento penal es un todo, donde fiscales, asesores, defensores y jueces deben realizar en forma eficiente la función que les corresponde, y si alguien falla, pierde la justicia".

EPO, entregó pues un informe detallado del estado que guarda el poder judicial en todas sus ramas.  Empero refrendó aquí de paso el valor de la gratitud y la lealtad que ubica al servidor público en su exacta dimensión.

La interacción con los poderes Ejecutivo y Legislativo en el marco del respeto y la colaboración también fue reconocido por Enrique Priego Oropeza.

El engranaje del éxito en el poder judicial en los últimos cinco años, también tiene su dosis exacta de lealtad e identidad.

"Los equipos de trabajo funcionan bien, siempre que hay lealtad y respeto entre sus integrantes. Además, hay satisfacción por el esfuerzo que cada quien realiza. Cuando el esfuerzo particular trasciende y se multiplica, es porque en el equipo se hace a un lado la intriga y la inquina, y se procura la armonía y el entusiasmo para el logro del objetivo común", subrayó.

Ese razonamiento, permite confirmar que en el Poder Judicial a como subrayó EPO,  se logró  integrar un magnífico equipo de trabajo, conformado por magistrados, consejeros, jueces, proyectistas, secretarias y secretarios, actuarios y todos los servidores judiciales y administrativos, que diariamente ponen su mayor esfuerzo para cumplir en tiempo y forma con el compromiso asumido por el poder judicial en su conjunto.

Ahí queda, para los que aún buscan respuestas al éxito.

Kybalión.- Espíritus trasnochados y frustrados con su formación profesional, han circulado la  ridícula versión que con la reelección del magistrado presidente Enrique Priego Oropeza, se generó un "albazo judicial".

El desconocimiento de la reforma judicial que estableció cambios en la Ley Orgánica para periodos de cinco años, es "laguna" para el razonamiento de quienes sin sustento a sus argumentaciones pueriles, se erigen como detractores al trabajo de Enrique Priego Oropeza.

El tamaño de un ex gobernador de la talla de EPO, experto en mantener la estabilidad política de un Estado en proceso de transición electoral, se mide precisamente en conocer y respetar los tiempos políticos, para no generar riesgos de gobernabilidad.