El último viernes de mes en Café Parissi

"LA TECNOLOGÍA no tiene palabra de honor", dijo Rosy. Nos quedamos sin sonido.

"LA TECNOLOGÍA no tiene palabra de honor", dijo Rosy. Nos quedamos sin sonido. "No quiere funcionar", dijo Mario. Además quizá nadie venga hoy, fue algo así como el desánimo resguardado en la esperanza. Eran ya las 6 pm. Y Café Parissi como siempre con las charlas de los parroquianos en las mesas, y el olor de café en los alrededores de calle Juárez esquina con Martínez de Escobar. Es Villahermosa.

Y ASÍ POCO A POCO pasaban los minutos de este viernes último de mes, que es cuando se reúne un puñado de escritores para dar rienda suelta a la palabra, con poemas propios o de otros, y se saborea un caliente capuchino, un café negro, late o quizá un chocolate espeso. Pero esta vez es el aparato de sonido que no quiso responder a la urgencia requerida de prestarse a amplificar el sonido de las palabras. "No funciona el aparato reproductor... del sonido", dijo alguien por allí. Y las risas. Y estaba en lo cierto.

YA HABÍA LLEGADO Mary Luna. Llegó Arizve. Luego Ángel Mendoza, Martha Esquinca, Javier Pineda. Ya estábamos antes Mario y Rosy y este que teclea asimismo. "Viene Mich", dijo Ángel. Y poco a poco creció el conjunto de personas en la mesa literaria, porque efectivamente llegó Mich, Paola y Camilo. Pero el caso es que no había sonido. Antes de que se integrara el grupo, la pregunta era qué es un "Slam poético". Y por allí vinieron las respuestas desde la historia del mismo, su origen y cosas por el estilo.

EL SLAM POÉTICO es una competencia donde se presentan textos propios, sean leídos o dichos de memoria. El autor tiene tres minutos (o el tiempo acordado) y utiliza su cuerpo y voz y puede agregarle algunos otros elementos, como imágenes proyectadas, o hacer uso de un instrumento musical. Como se considera un performance, entonces está abierto a que quien pasa al frente integre algunos otros elementos. La palabra Slam refiere sencillamente a un torneo. Y si le agregamos poético, entonces ya sabemos de qué trata la cosa. Y se le pueden dar variantes de acuerdo a  los organizadores.

YO COMENTÉ QUE EN LAS LECTURAS de Parissi, en el cruce de calle donde nos ponemos, a veces pasan alucinados parroquianos que han salido de una cantina cercana por el cierre de horario, y se quedan frente a la mesa de lectura, mientras su cuerpo se mueve como palmera azotada por el viento, y si saben de memoria un poema que aprendieron desde la primaria o secundaria, lo recitan para algarabía de los presentes, y a veces señoras pasan en su regreso de las compras, y lo mismo se detienen, escuchan, se van, o piden el micrófono para declamar. También pasa un cantante ciego, a quien escuchamos, deteniendo la lectura, como paréntesis que refresca nuestro evento de fin de mes.

A CAPELLA (VIVA VOX) hicimos la lectura tradicional en dos rondas. Rosy ya había dado la bienvenida a nombre de Tres Soles, grupo cultural. Y empezaron las lecturas por su derecha, como en los juegos infantiles. Antes de ello Mich había contado sobre un cuento que tiene sobre una situación que pasó entre pasajeros de una combi, donde un joven abraza solidario a un anciano que se muere, mientras los otros pasajeros sacan su teléfono para grabar la escena, en lugar de auxiliar al viejo.

CADA UNO, UNA, HIZO SU LECTURA, la mayoría desde su móvil, que es ahora lo de moda por lo práctico. Martha desde un libro con letras chiquititas, en homenaje a la poeta Kira Galván. Mariluna, que ha leído en varios países de América y de Europa, hizo gala de su arte con varios poemas también. Cada uno con su estilo y manera de escribir. Entre figurativos, metafóricos y aguerridos. La palabra viva, ahora con la riqueza de contrastar poemas entreverados por las generaciones. Paola con un poema en el que utiliza, dice ella "malas "palabras, que de cierto no son malas, sino ayudan a externar de manera clara, sin subterfugios, el golpe que llevamos dentro, y a veces muy adentro. Y la palabra nos libera, sin que sea buena o mala, simplemente "es". Al contrario, en todo caso son palabras buenas para el alma.

"NO HUBO ROSCA, pero habrá tamales", dijo Rosy para alegría de los presentes. Ya nos pondremos de acuerdo para completar con espagueti o ensalada de novios la vianda que ya desde antes uno saborea. "Prometo no comer antes nada", dijo Mario, para decir que llegará con hambre y ánimo suficiente para degustar el platillo con motivo de la Candelaria. Y será el próximo viernes, precisamente día dos del mes dos.

SERÍA BUENO QUE LOS SLAM poéticos que hacen los jóvenes y algunos no tanto, los hicieran también en la plaza pública, que fuera parte de estar en la calle, donde se cruzan las miradas y los destinos. Digo yo, a manera de propuesta. Y bien luego de la lectura empezaron las despedidas. Yo dije que soy afortunado al ser coordinador de talleres literarios por conocer a muchos jóvenes y dije los nombres de Ángel Mendoza y Mich Roselló que estaban presentes, y dije cuatro o cinco nombres más de quienes llegaban al Jaguar Despertado o en Casa Alebrijes, y aclaro que ellos o ellas no son buenos escritores por dichos talleres, porque no hay que saludar con sombrero ajeno, sino que lo son por el talento, la disciplina en sus lecturas y el tiempo que le dedican a su trabajo con las palabras.

Y MENCIÓN APARTE MERECE la despedida final. Aquí lo adelanto. Posterior a las lecturas, y ya con casi la mitad ausentes (porque se fueron antes, ya ven que el transporte público tiene sus horarios, y algunos vienen desde lejos) se hizo un debate que partió de una invitación que hizo Javier Pineda a los jóvenes para participar en un colectivo cultural político. "Se está conformando la Comisión de Cultura de Morena..." Y de allí vino un debate sobre el estado, la opresión, la represión, Marcos, Amlo, el uso en la política, lucha de clases, los vicios de los partidos, los poderes fácticos, la indiferencia, quiénes son los ciudadanos, y tantos otros temas, que bien vale la pena organizar un foro y es tema por escribir aparte. Salud, buen entendimiento y saludos.