Escala Crítica
02/10/2025
Un año de Sheinbaum y May: gobierno, territorio y población; espacio a recuperar
*La seguridad social sólo se construye con seguridad pública
*La delincuencia no sólo ocupó plazas, también instituciones
*Una tarea estratégica de recuperar presencia de autoridades
EL PRINCIPAL DESAFÍO en los primeros doce meses de los gobiernos federal y estatal en México ha sido el de la seguridad pública. Sobre todo el combate y prevención de la delincuencia organizada. Hemos visto un cambio radical entre "atender las causas" -pobreza, marginación, corrupción- a enfrentar también los efectos. Capturar a los "generadores de violencia" -una manera de llamar a los delincuentes y criminales-, se convirtió en acción necesaria. Una decisión política que está cimbrando los pactos de un sistema en proceso de cambio.
Como se ha señalado en diversos comentarios: los pactos internos del sistema -un sistema en proceso de transformación-, están rebasados y ahora condicionados por factores externos, por otros intereses.
FACTORES PARA GOBERNAR
RECUERDO que alguna vez me comentaba Enrique González Pedrero, ex gobernador de Tabasco, su convencimiento como catedrático de Teoría del Estado que "para que haya gobierno tiene que existir población y territorio". De ahí que en Tabasco se diera a la tarea primera de romper el aislamiento territorial con caminos y puentes, para luego pasar a la organización de los habitantes con énfasis en la acción cultural, atender el otro factor de aislamiento. Construir territorio para integrar población.
En el caso de la presidenta Claudia Sheinbaum y del gobernador Javier May en Tabasco su primera labor consistió y consiste en recuperar el territorio. Hay muchas formas de perder o no tener el control del territorio pero una que se reveló como urgente es la que tenía al país y al estado repartido entre las varias bandas delincuenciales. Esto es, había que ejercer el poder el Estado.
Será más difícil o poco se podrá avanzar en el desarrollo social, económico y combate a la pobreza y marginación con la existencia de zonas no controladas por los gobiernos. Resulta obvio: donde el gobierno no puede entrar no hay administración pública.
Lo sucedido en Tabasco en el caso de Hernán Bermúdez, y a nivel nacional con el llamado "huachicol fiscal" de acuerdo a lo informado por las autoridades, nos muestra que no únicamente se tenía que recuperar el control territorial sino también la estructura institucional penetrada por la delincuencia organizada.
Se ha cumplido un año de la llegada de una gobernante federal (Claudia Sheinbaum) y un gobernador estatal (Javier May) con los más altos índices de votación en la historia del país. Un bono democrático que es como una tarjeta de crédito: o se gasta y termina uno endeudado, o se administra correctamente y se multiplican los beneficios. El lector, según sus expectativas e intereses tendrá su propio balance.
NO DEJAR ESPACIOS VACÍOS
CONSIDERO que políticamente han procurado cubrir el territorio con visitas permanentes a las comunidades. De la misma forma se reporta un despliegue estratégico para recuperar el control del espacio físico, no sólo con medidas de fuerza (legal y operativa), sino también con trabajo de inteligencia.
El control político, en el caso de Tabasco, es hasta ahora básicamente territorial. De hecho, durante su campaña y luego en sus primeros meses de gobierno Javier May me comentó la importancia que para él tenía llevar a los representantes de las instituciones al pueblo llano, pero al mismo tiempo cubrir el territorio con los programas sociales y los programas productivos. Estos últimos son determinantes por el despliegue que significará tener este sexenio a 110 mil campesinos y campesinas en el programa sembrando vida (60 mil en el federal y 50 mil en el estatal), además de sembrando pesca y créditos ganaderos. Todo este despliegue significa presencia de la autoridad, no dejar espacios a la deriva.
Al país, y a los habitantes de Tabasco, conviene que el plan de resultados.
Octavio Paz escribió: "la política hace mucho mal y muy poco bien". Esa idea que generaliza la política por las dificultades para hacer el bien, a veces se topa con realidades luminosas: avances sociales que desearíamos más frecuentes.
AL MARGEN
LA PRESIDENTA Claudia Sheinbaum, tanto como Andrés Manuel López Obrador, esperaban con gran interés los datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) sobre pobreza. Con el dato duro de que 13.4 millones de personas salieron de la pobreza entre 2018 y 2024, ambos protagonistas sin duda recibieron la noticia con satisfacción. La derrama de recursos en la base funcionaba; ahora el reto es contar con recursos para sostenerla. (vmsamano@hotmail.com)

DEJA UN COMENTARIO