Francisco Franco y AMLO: No se meten en política

Francisco Franco y AMLO: No se meten en política

Decía el sanguinario general y dictador español Francisco Franco que el éxito de su permanencia por décadas en el poder estaba basado en que él no se metía en política. Lo que no decía era que él era el dueño de la política española y solamente se dedicaba a administrar el juego de los ambiciosos y lambiscones con mano de hierro. Dejó escuela el “Generalísimo”, como gustaba que le llamarán sus subordinados y súbditos, porque no había ciudadanos. Hoy en día vemos como el poder se ha desplazado al mundo del dinero que es el que en realidad hace las reglas a las que todos nos debemos de adaptar. Los que tienen el “estiércol del diablo”, que es como bautizo Papini al billete tienen a sus gerentes metidos en el mundo político y son los que sacan adelante los deseos de los que realmente tienen el sartén por el mango. No quiere esto decir que las democracias no funcionen, pero sí que están teledirigidas y mangoneadas por diferentes herramientas que permiten la modificación o promoción de conductas y deseos del pueblo votante, que es como se llama ahora a las personas que sienten y padecen los designios de nuestros nuevos dioses. Andrés Manuel López Obrador sabe muy bien de que se trata y por eso, muy a su pesar, porque no le sale de forma natural, está tratando de convivir con los poderosos a los que les anuncia una especie de amnistía, a su manera, si le permiten llegar a la Presidencia de México. Claro hay otros, muchos, en Tabasco varios y en el gobierno alguno que otro que es escuchado con atención, que avisan de quien es AMLO, de su falta de palabra, de su bipolaridad, del peligro que representa, porque están completamente seguros de que de llegar al poder se olvidará de todas sus promesas de campaña para revolverlo todo y complicar a México más de lo que ya está complicado. AMLO hace lo mismo que Franco: No se mete en política. No tiene un proyecto de nación claro, no tiene un programa, tampoco para Tabasco, como ya se vio. Solo tiene un concepto: Acabar con la corrupción, y sobre todo con la impunidad tarea para la que se dice especialmente preparado por que conoce sus entresijos al dedillo pues en ese estado político de cosas nació, se desarrolló y ha crecido; En la corrupción. Y ya se sabe que, como decía el Negro Durazo, “para que una cuña apriete tiene que ser de la misma madera.