Los múltiples cuidadores en niños pueden tener varios efectos negativos en su desarrollo y bienestar.

Cuando un niño tiene varios cuidadores, ya sea en el hogar, en la guardería o con familiares, puede experimentar dificultades para formar vínculos seguros y estables. Esto se debe a que los niños necesitan consistencia y continuidad en sus relaciones para sentirse seguros y protegidos.

Además, puede generar confusión en los niños, ya que cada cuidador puede tener diferentes reglas, rutinas y formas de interactuar con el niño. Esto puede llevar a la falta de coherencia en la crianza y dificultar el establecimiento de límites claros y consistentes para el niño.

Otro perjuicio es el riesgo de que se sientan desatendidos o abandonados emocionalmente. Si un niño no tiene la oportunidad de establecer una relación cercana y significativa con al menos uno de sus cuidadores principales, puede experimentar sentimientos de soledad, ansiedad y baja autoestima.

Además, dificultar la detección de posibles problemas de desarrollo o necesidades especiales en el niño. Si los cuidadores no tienen una comunicación efectiva entre ellos, es posible que no se den cuenta de señales de alerta o cambios en el comportamiento del niño que requieran atención especializada.

En términos de salud mental, los múltiples cuidadores pueden contribuir al estrés y la ansiedad en los niños. La falta de estabilidad y continuidad en las relaciones puede generar inseguridad y miedo en los niños, lo que a su vez puede manifestarse en problemas de conducta, dificultades para regular las emociones y dificultades para establecer relaciones saludables en el futuro.

Además, puede afectar la autoestima y la confianza en sí mismos de los niños. Si un niño no se siente valorado, escuchado o apoyado por sus cuidadores, es probable que desarrolle una baja autoestima y una sensación de falta de valía personal.

En el ámbito académico, los múltiples cuidadores pueden tener un impacto negativo en el rendimiento escolar de los niños. La falta de consistencia en la crianza y en el apoyo educativo puede dificultar la concentración, la motivación y el desarrollo de habilidades académicas en los niños.

Por lo tanto, los múltiples cuidadores en niños pueden tener varios efectos negativos en su desarrollo emocional, social y académico. Es importante que los cuidadores principales trabajen juntos para proporcionar un entorno seguro, estable y amoroso para los niños, brindándoles la atención y el apoyo que necesitan para crecer y desarrollarse de manera saludable.

(Psiquiatra/Paidopsiquiatra)