OPINIÓN

José Revueltas, hoy
08/05/2025

Revueltas y la urgencia de redefinir su rumbo

El manotazo que a través de una epístola la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo dio a MORENA y que se vio reflejado en los acuerdos tomados en su consejo nacional el pasado domingo 4 de mayo, hace que cobre sentido aquella frase que Paco Ignacio Taibo 2 acuñó y presumió impresa en una camiseta: "menos PAZ y más REVUELTAS", pidió el actual director del Fondo de Cultura Económica (FCE), solicitud que necesariamente obliga a traer a colación al gran José Revueltas.

          Nacido como José Maximiliano Sánchez Revueltas, el 20 de noviembre de 1914 en Santiago Papasquiaro, Durango, y fallecido en la Ciudad de México el 14 de abril de 1976, José Revueltas llevó una vida creativa en materia literaria, y combativa en el aspecto político. Siempre perseguido por las fuerzas del orden gubernamental del partido casi único, por su militancia política de izquierda, también fue atacado por sus correligionarios, quienes nunca le aceptaron su independencia.

          Estos avatares de su existencia han sido sintetizados por muchos en el sentido de que José Revueltas fue un marxista incomprendido por propios y extraños, y seguramente eso es cierto, como también lo es la afirmación de que entendió a la perfección el momento histórico que le tocó vivir. Es más, para otros la percepción y concepción de José Revueltas sobre la situación de México, todavía puede ser aplicada hoy en día, sobre todo, afirman, después de la descomposición que exhibieron los partidos políticos que conformaron la pasada Coalición Fuerza y Corazón por México (PAN, PRI y, en especial, PRD), por sus propuestas nada programáticas y sí muy pragmáticas. También, aseguran, sigue en pie su posición respecto a los partidos de izquierda, a los que hace seis décadas les hizo una crítica demoledora en un texto al que otra corriente de izquierda le ha dado el calificativo de ser el mejor análisis marxista de la década de los años sesenta del siglo pasado en México.

          Este libro, titulado "Ensayo sobre un proletariado sin cabeza", hoy en día se hace necesario resurgir por la situación crítica que vivió durante años el PRD y que lo orientaron a desdibujarse, a perder identidad y a, en una palabra, desaparecer, situación que no es exagerado apuntar que con sus asegunes pudo haberse vislumbrado para un futuro no muy lejano (¿2030?) en MORENA si es que la presidenta no echa mano del manotazo para orientar y encauzar de nuevo hacia sus orígenes programáticos y prácticos.

          En alguna parte de este libro, José Revueltas escribió algo que pareciera que lo hubiese escrito apenas el pasado sábado 3 de mayo, mientras los militantes de MORENA le daban los últimos toques a su consejo nacional a realizarse el día siguiente. José Revueltas dijo: "En México se produce un fenómeno del que difícilmente puede darse un paralelo: la conciencia de la clase obrera ha permanecido enajenada a ideologías extrañas a su clase, y en particular a la ideología democrático burguesa, desde hace más de cincuenta años, sin que hasta la fecha haya podido conquistar su independencia".

          Y siguió: "O sea, su enajenación ha terminado por convertirse en una enajenación histórica. Esto quiere decir que aún aquello que aparece en México como ideología proletaria no constituye otra cosa que una deformación de la conciencia obrera, una variante sui generis de la ideología democrático burguesa dominante".

          Concluyendo con las siguientes líneas: "La clase obrera mexicana, de este modo, se proyecta en la historia de los últimos cincuenta años del país como un proletariado sin cabeza, o que tiene sobre sus hombros una cabeza que no es la suya".

          Queda claro que para José Revueltas a partir de la revolución mexicana, el proletariado nacional, o sea los que menos tienen ("por el bien de todos, primero los pobres"), contaba con brazos, con pies y con todas las demás partes que conforman un cuerpo, pero no con la cabeza, con la parte pensante, y para José Revueltas la cabeza era, precisamente, el partido político.

          Así, ante esa posible crisis que se avizoraba dentro de MORENA y que afortunadamente para ellos mismos Claudia Sheinbaum Pardo detuvo con su carta, la apreciación de José Revueltas cobró relevancia y ya no hay que olvidarla, además de que necesariamente también se puede hacer extensiva a toda práctica de gobierno encabezada y realizada por una administración de izquierda.





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