La ciencia también se divulga a través del dibujo artístico

Juan Fernando Arellano desde su infancia tuvo un talento: dibujar. En la primaria, secundaria y preparatoria se destacó por ello

Juan Fernando Arellano desde su infancia tuvo un talento: dibujar. En la primaria, secundaria y preparatoria se destacó por ello. En la Universidad, al estudiar la carrera de Biología tenía que ir a campo abierto, y al no contar con una cámara fotográfica para captar la flora y fauna, utilizó como herramientas su cuaderno y el lápiz, y de nuevo su talento, porque debía plasmar borradores que en conjunto se convirtieron en manuales. Ahí comprendió que la disciplina científica como el dibujo podían relacionarse.

Por esa razón la ciencia también puede dibujarse, porque no es ajena a sombras o matices. La ciencia y el arte es un binomio que desde siempre se han encontrado para ir de la mano y ofrecer de una manera más didáctica el conocimiento. 

Juan Fernando más adelante pudo fundar junto con su esposa un taller que llamó “Dibujo Científico”, en la División Académica de Ciencias Biológicas de la UJAT, dándole vida a esa sinergia, y que a la fecha lleva diez años.

“El taller nace con la necesidad de ilustrar publicaciones científicas, tesis profesionales y manejar las técnicas básicas de las artes plásticas”. 

“Actualmente se imparte a todos los interesados por el dibujo como herramienta descriptiva, teniendo en clases a catedráticos de la facultad, alumnos de licenciatura y maestría, fotógrafos, artistas plásticos y público en general, que asisten de 75 a 100 horas en cada semestre”, indicó.

“Aquí se maneja el dibujo figurativo detallado bajo las técnicas de grafito, tinta, lápices de colores y acuarela”. 

Sostuvo que esta especie de realismo sobre la naturaleza es también un arte, cuyo aprendizaje disciplinado es capaz de despertar no sólo la sensibilidad estética ante la armonía de las formas, sino también una apertura a la naturaleza. 

“Y esa mirada atenta, abierta, está un paso de la actitud apreciativa, de simpatía por la vida y su maravilloso equilibrio”, comenta.

El maestro señala que es otra disciplina no impartida, a pesar que existieron naturalistas desde hace cien años que ilustraban vegetación, pero no como una disciplina con horarios, ni utilizando otras técnicas y un programa como tal.

“El dibujo científico debe ser muy realista, sobre todo sirve para la divulgación, y en este caso a una comunidad científica, aunque no deja de ser abierta para todo público”.

“Las especies pueden estar muy estigmatizadas en lo nocivo, dañino o agresivo, pero se debe entender que cada una cumple una función biológica y ecológica, y algunos no saben que la mayoría de lo que se consume, el 60% es gracias a la polinización de los insectos o abejas, por esa razón la ciencia busca abrir precisamente la conciencia social de conservar ese equilibrio”.

Apuntó que es urgente exhortar en los niños y jóvenes que el recurso natural se puede acabar, porque existe un mal aprovechamiento, y no se está produciendo.

“Entonces el camino está en la reutilización… reciclado, y en el taller lo que igual se imparte no solo es la técnica ni el conocimiento sino que va acompañado de la sensibilización para cuidar el planeta”.

Juan Fernando dice que por el momento existe un alto por la pandemia, pero están enfocados en el regreso para continuar sorprendiéndose, aprendiendo y ayudar a conservar el ecosistema.

PARÉNTESIS

La donación de sangre sufre un retroceso.  Sólo el uno por ciento de quienes acuden a donar lo hacen de manera altruista, otros más lo toman como mercaderes, a pesar de la enfermedad que hoy nos acecha. Es necesario recuperar el espíritu solidario y humanista. (kundera_w@hotmail.com)