La elección en Centro, ejemplo muy claro del necesario “voto cruzado”

La elección en Centro, ejemplo muy claro del necesario “voto cruzado”

Las elecciones que se celebrarán en julio tienen un componente muy especial que obliga a que todos busquen pescar votos en los caladeros de todos. Los candidatos a la gubernatura o al ayuntamiento de Centro, con aspiraciones reales de ganar, han sido, la mayoría hasta hace muy poco, o son en este momento, priistas. El caso del ayuntamiento de Centro es muy claro: Tanto Evaristo Hernández como Adrián Hernández Balboa, como Jaime Mier y que decir de Ady García han construido sus estructuras en el priismo, que  es el voto que ahora se disputan para completar una mayoría, sumando los que les proporcionen sus actuales formaciones políticas, que son claramente insuficientes. Es un escenario de “todos contra todos” en el que por lo general el votante elige al original, y no a los tránsfugas que se fueron a otros partidos. Y aquí es en donde se verá con mayor claridad eso que se ha dado en denominar “voto cruzado” porque, ya lo hemos dicho, Andrés Manuel López Obrador, en Tabasco, no va a tener rival, pero sus candidatos a las alcaldías especialmente, necesitarán convencer personalmente al electorado jugando el “efecto peje” un papel muy limitado. Y aquí es donde Evaristo Hernández lo tiene más complicado porque, al rechazo que registra en las encuestas, -lo que se le llama técnicamente “negativos” que significa que la gente manifiesta en un gran porcentaje que nunca votaría por el en ninguna lista que se presente, ni siquiera en MORENA- tiene que sumar el rechazo de los priistas que ven en su figura el más claro ejemplo de oportunismo y traición que se haya dado en el PRI en las últimas décadas. Jaime Mier ya ha diluido esa imagen porque lleva más años fuera del tricolor.  Adrián Hernández Balboa, sin embargo, tiene la ventaja de haber sido leal a su partido a pesar de haber realizado una “travesía del desierto” muy difícil y con carencias de todo tipo, lo que le permite buscar votos tanto entre los indecisos que tienen nostalgia de buenos tiempos anteriores, entre los descontentos del PRD y los decepcionados de MORENA, sumándoles los orgullosos votos priistas que ahora de nuevo asoman con una fuerza que nadie se esperaba, posiblemente alimentada por la candidatura de Gina Trujillo. Evaristo solo le queda confiar en que el efecto “peje” le ayude lo más posible, y ponerse a pescar entre los perredistas y a Jaime Mier, al que hay que añadir su pertenencia a un gobierno desgastado por el ejercicio del poder-, en los caladeros de los que no obtuvieron posición alguna en MORENA. Y todos por igual buscarán el mayor número de capturas entre los indecisos que libres de ataduras partidistas, reflexionan más su voto y no suelen confiarlo a los que tienen imagen de corruptos en sus militancias anteriores. Es decir el que tiene mayores posibilidades de crecer, sin duda, es el priista Adrián Hernández Balboa que además será un verdadero motor para sumarle votos a su candidata a gobernadora, Gina Trujillo.