Los “argumentos” de la oposición contra AMLO

Los “argumentos” de la oposición contra AMLO

Los enemigos de AMLO y de su proyecto de gobierno, conforme se acerca el día de las votaciones, han multiplicado su campaña de mentiras y de insultos contra el paisano presidente. Y esa arremetida la hacen bajo el supuesto de que los 30 millones de mexicanos junto con quien esto escribe somos unos imbéciles y unos ignorantes.

Lo curioso es que en esa campaña de improperios no hay argumentos, ni propuestas. Y no los hay porque esa ultraderecha simplemente no los tiene; no tienen más proyectos que el dinero. El bien de la Nación no les interesa. Por eso la historia no está con ellos, ni los absolverá. Su pasado, plagado de corrupción, de tanta porquería y de traición a México, no los abandonará nunca; ni bañándose con agua de lejía se podrán limpiar.

Y el pueblo no está tonto y no perdona. Muy lejos de proponer nada para bien de México, sus “discursos” y su propaganda, la misma que usaban hace cuarenta años, están plagados de calificativos, descalificaciones, de insultos, groserías y hasta mentadas contra AMLO.

Esta lluvia de groserías y de insultos contra el gobierno de la 4T, jamás se hubiera tolerado en los tiempos de Gustavo Díaz Ordaz o de Luis Echeverría Álvarez: Lecumberri o un dos de octubre le esperaba a cualquiera que quisiera hacer uso de sus libertades y garantías que señala nuestra Constitución General de la República. Recuerdo que Televisa y toda la prensa callaron entonces ante la matanza del dos de octube de 1968 y también callaron ante la otra matanza de estudiantes del 10 de junio de 1971.

Claro, las prebendas les compraban el silencio y también la amenaza. Y hoy esa misma ultraderecha, que hizo caso omiso de Ayotzinapa o de Atenco, tiene el cinismo de calificar al gobierno de AMLO de encabezar hoy una tiranía. Un paisano, dinosaurio del PRI, exhorta hoy en su propaganda de que hay que emitir el voto contra MORENA porque “hay que destruir la tiranía” que encabeza Andrés Manuel. ¡Qué les parece! No sé si esa exhortación me da risa o pena. O lástima.

Un dato que ilustra: 133 periodistas fueron asesinados desde el año 2000 a 2020, diez de ellos el años pasado: estos últimos fueron por el narcotráfico. La mayoría de esos 133 crímenes fue durante los gobiernos de Vicente Fox, Felipe Calderón y Peña Nieto, o sea durante los gobierno del PRIAN. Y ahora los ladridos de la derecha acusan a AMLO de ser la causa de la ola de violencia y de feminicidios que azota a nuestro país. ¡Y el colmo!, algunos lo acusan de la pandemia ¡válgame Dios!: piensan estas personas que los mexicanos somos muy brutos y les creemos.

EL VIEJO AUTORITARISMO

Otro de los rollitos que como “argumentos” traen en sus campañas estas personas, que nos creen unos retrasados mentales, es que urge que con las votaciones que vienen, crear un contrapeso en la Cámara de diputados y de senadores para evitar de la tiranía y dictadura de un solo hombre. Recuerdo que en los años del férreo presidencialismo en el Congreso de la Unión sólo los chicharrones del presidente de la República tronaban. Los diputados y senadores sólo eran levanta dedos y se ajustaban a la línea trazada desde Los Pinos.

Don Carlos Madrazo, como diputado federal, contravino las disposiciones del presidente Ávila Camacho con motivo de su cuarto informe de gobierno. Esto en 1944. Y como castigo por enfrentar la autoridad sagrada del Tlatoani sexenal se le inventó la causal a don Carlos de que vendía las tarjetas a los braceros que necesitaban ir a los Estados Unidos. (Sugiero al lector que lea sobre esta bajeza cometida contra Madrazo, con más detalles, en mi libro Tabasco a dos tiempos, páginas 63 a 66).

Años después don Carlos sería “accidentado” cuando el avión en que viajaba él y su señora esposa se “estrelló” en el Pico del Fraile en Nuevo León. Haberse enfrentado al Presidente Díaz Ordaz y al secretario de Gobierno, Luis Echeverría y luego presidente de la República en el año del “accidente”, le costó la vida a don Carlos. Se manejaron pruebas de que fue una bomba la causa de la tragedia pero todo quedó en silencio: la misma prensa chayotera que hoy ladra contra AMLO se calló y enterró ese asunto en el olvido. Algo así como sucedió con el asesinato de Colosio. (Continuaremos)