Lozoya: la chuza

El caso Lozoya ha tomado el camino de los medios antes que el de los tribunales. Parece destinado a una fiesta mediática sobre los personajes que acusa Lozoya

El caso Lozoya ha tomado el camino de los medios antes que el de los tribunales. Parece destinado a una fiesta mediática sobre los personajes que acusa Lozoya, más que al inicio de un juicio contra ellos o contra el propio Lozoya.

A juzgar por las filtraciones a la prensa, el gobierno espera una chuza que incluye varios pinos. Por el dinero recibido de Odebrecht y su manejo ilegal en elecciones, están puestas en la mesa las cabezas de Videgaray y Peña Nieto.

También las de los legisladores panistas que habrían recibido parte de ese dinero para votar favorablemente la reforma energética, empezando por Ricardo Anaya, ex candidato presidencial, siguiendo por los gobernadores Francisco Domínguez, de Querétaro, y Francisco García Cabeza de Vaca, de Tamaulipas. Los tres, personajes clave para las elecciones del año entrante.

Por el caso Braskem, filial de Odebrecht en México, el testimonio de Lozoya traería a la mesa el caso de la empresa Etileno 21, donde Braskem participa, y a la que le fueron entregadas, en tiempos del presidente Calderón, garantías onerosas de abasto por parte de Pemex y aranceles proteccionistas contra sus competidores, al final de aquel sexenio.

Durante esos años habrían firmado decisiones favorables a Etileno 21, al amparo del gobierno de Calderón, tres ex secretarios de Hacienda: Ernesto Cordero, José Antonio Meade y José Antonio González Anaya.

La ratificación de estos contratos engordaría la cuenta de Peña y de Videgaray con Odebrecht, pues habrían garantizado la continuidad del trato previo, como parte de sus acuerdos por el dinero recibido.

Por último, están los casos de las compras onerosas y fraudulentas de Agronitrogenados y de Fertinal, que coronan la responsabilidad de Videgaray y Peña.

El denominador común de estos delitos es que su ejecutor fue en todos los casos el propio Lozoya, quien hasta ahora había negado lo que ahora confiesa y quien, según la prensa, sería también el único que tiene su libertad ganada a cambio de sus delaciones.

La chuza sería efectiva para todos menos para Lozoya, que es, sin embargo, el único infractor confeso hasta ahora en todo el caso. El juicio mediático suplirá un buen tiempo, suple por ahora, el juicio de los tribunales.