OPINIÓN

Más allá del adiós: Dionicio Morales y la palabra en resistencia (III)
26/07/2025

TERCERA Y ÚLTIMA PARTE

 

"Nada permanece sino lo que el alma escribe."

—Carlos Pellicer (1981)


Uno de los aspectos más sustanciales de la obra de Dionicio Morales —y quizá de los menos reconocidos en su justa medida— es la lucidez de sus textos críticos, verdaderas piezas de pensamiento sensible que han servido como puentes para una comprensión más honda de la producción artística tabasqueña. No se trata de simples comentarios ni de observaciones accesorias, sus textos críticos operan como dispositivos de interpretación capaces de identificar núcleos conceptuales relevantes, articular las tensiones formales presentes en las obras y traducir lo implícito en discurso analítico. Con una prosa de refinado pulso poético, Dionicio además de analizarlas, habitó las obras que abordó; las recorrió con una mirada atenta, casi devocional, desentrañando símbolos, formas, silencios y tensiones que, sin su mediación, quizás habrían permanecido velados. De esa manera, sus aportes críticos no únicamente acompañaban las propuestas plásticas, les otorgaban un cuerpo estético más claro, más consciente de sí mismo, más abierto a la interpretación profunda.

Me atrevería a decir que, más que análisis, estos textos constituyen prolongaciones íntimas de las obras que los inspiran, son como extensiones sensibles de sus discursos ocultos, revelaciones de un espesor simbólico que no siempre aflora en la primera mirada. En sus lecturas, Dionicio no imponía sentido, lo desplegaba; no explicaba, iluminaba. Al leerlo, redescubrimos las piezas comentadas como si se tratara de una segunda creación, una versión crítica que no anula lo visual, que lo acompaña, lo interroga y lo eleva. Sus palabras subrayan sin someter, cuestionan sin desestimar, y enaltecen sin idealizar, y en su prosa, la imagen se vuelve palabra, y la palabra, a su vez, regresa al origen de la imagen, cerrando un ciclo de significados que enriquece tanto al lector como al artista. Lo suyo fue un raro ejercicio de escucha visual, un modo de leer con los ojos abiertos y el corazón despierto.

El adiós definitivo es, en su naturaleza más cruda, una de las experiencias más insoportables; su peso cae con violencia sobre quienes permanecemos, aunque el tiempo —con su manto lento y paciente— tienda a devolvernos cierta calma aparente. Sin embargo, en el caso de Dionicio Morales, ese adiós se desdibuja cada vez que volvemos a sus textos, en cada lectura, el poeta revive; el crítico observa con agudeza; el ensayista y el reseñista afinan sus juicios con precisión. Lo que permanece de su obra, lo que fue labrado con constancia, inteligencia y pasión a lo largo de una vida dedicada al arte de la palabra, lo sustrae del olvido y lo instala, con firmeza, en la memoria cultural que no se rinde ante el tiempo.

Tabasco ha perdido una voz esencial, una inteligencia crítica que no volverá a florecer con nuevos frutos, pero lo que brotó de su ingenio, lo que fue compartido con generosidad a través de su escritura, seguirá dando testimonio. Su legado es una constelación de palabras que desde la poesía o la prosa evocan lo que fuimos, enuncian lo que somos y proyectan, incluso en silencio, lo que podríamos seguir siendo. Esa permanencia —que no se limita a la letra impresa, habita también en la resonancia interior del lector— y es, sin duda, invaluable, porque hay voces que no se apagan, sólo cambian de forma, se transfiguran en lectura, en reflexión, en compañía perdurable.

SEMBLANZA DEL AUTOR:

robertorosiqu@gmail.com

Formado profesionalmente en el campo multidisciplinar como médico general, con especialidad en pediatría y subespecialidad en oftalmología pediátrica, es a su vez maestro en Docencia y doctor en pedagogía crítica. Artista plástico-visual, docente, investigador y productor de arte, entre sus últimas publicaciones se encuentran: (2025). Entre réplicas, condescendencias y. El arte en Tijuana y su devenir. Editorial UABC: México; (2019). Salvador Magaña, En el juego de las formas, de la tradición a la síntesis, FORCA: CDMX; (2017). Los 70. Un período fundamental en la plástica de Tijuana. Tirant Lo Blanch / UABC: México (2016).





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