CÁBALA

Hay distintas maneras de medir lealtad al proyecto

Hace algún tiempo fui testigo de la selección de casos que un abogado de la nueva escuela aplicó a dos situaciones judiciales distintas.  Una de ellas a la que llamó “caso perdido”, bajo una argumentación de película “esa juez es incorruptible”, comentó.

El otro caso era más complicado, la defensa para presuntos inocentes - que eran más culpables que Salinas con Colosio- fue solucionado en menos de 24 horas, solo que el involucrado tuvo que vender su casa y un carro para sortear la barda del Creset.

Desde entonces, el leguleyo es conocido como el abogado “caso perdido”, si te acercas a su asesoría primero mide que suelos toca en el tema de los magistrados del poder judicial.

Desde luego, como en todos los sectores, no todo está podrido.

Las historias de las instituciones  respecto a los que la dirigen han sido diversas, sin duda, pero conocer las entrañas del sistema judicial y enfrentar su renovación es un enorme reto que el Presidente Andrés Manuel López Obrador, insiste en pulir todos los días desde su tribuna de palacio nacional.

AMLO ha sostenido que la corrupción de jueces obedece a un problema estructural que hay que atender, pero requiere de una reforma que fortalezca la credibilidad del Poder Judicial, normando la actuación de jueces y magistrados para "enmendar" acciones que son contrarias a la impartición de justicia.

En el caso del Poder Judicial choco, está inmersa en una vorágine de cambios para moralizar la actividad pública, cada vez más visible y transparente, pero sin lugar a dudas hay dentro de su estructura quienes se resisten a esa renovación.

Pero también es de reconocer que en el día a día, litigantes si bien tienen que lidiar con jueces muy notables y eminentes, también lo hacen con mediocres y desleales, aún cuando desde la creación del TSJ el manejo administrativo es diferente al poder ejecutivo y legislativo, en cuanto a salarios, remuneraciones y jubilaciones,

No es un tema nuevo de jueces que están en los juzgados civiles, mercantiles, familiares. Revisamos la parte de salarios en esta institución y observamos que es donde se respetan más los salarios, sus aguinaldos completos y sobre todo, nunca se ha escuchado queja por pagar impuestos.

Desde hace mucho tiempo, se habla de una “nomenklatura” judicial particularmente integrada por jueces desleales que estarían pronto a rendir cuentas en este proceso de moralización, para dar paso a la sangre nueva, en un relevo generacional impulsado por el Magistrado Enrique Priego Oropeza, que lleva la intención de oxigenar esta noble institución.

Sin duda, la sociedad tabasqueña sabe que la administración de Enrique Priego Oropeza al frente del TSJ es diferente. Sabemos en el correr de su historia dentro de la administración pública que no existe señalamiento alguno en materia de corrupción o impunidad.

Por ello, la deslealtad y el oportunismo de algunos jueces no debe salpicar esa racha de honorabilidad. Por ello, no exageramos cuando afirmamos que la historia pondrá cada quien en su lugar.

Esperemos, esto va en serio.

Kybalión.- Los tiempos en que las fracciones parlamentarias sacaban la cara por sus gobiernos han llegado a su fin en el legislativo.

Destaca sin embargo el posicionamiento que el Secretario de Gobierno Guillermo del Rivero León, realizó para respaldar las acciones de la 4T que en la sierra teapaneca impulsa  la alcaldesa Alma Rosa Espadas Hernández.

Sin medias tintas, Del Rivero sabe que el adversario real en esta lucha es el de afuera, no de adentro.

Hay distintas maneras de medir lealtad al proyecto, desde luego quienes caminan y apoyan desde la sierra al Secretario de Gobernación en su camino a la Presidencia de la República, no deben encontrar piedras en el camino.

Ha quedado claro pues que una cosa es la administración municipal de Alma Espadas y otra el respaldo a ras de tierra que Hiram Llergo teje para mantener AGUSTO a la población teapaneca.

No todos lo entienden. Del Rivero sí,  no es desleal.