OLMECAS: LA PRUEBA DEL AGUA

Al término del recorrido de ayer por las instalaciones del recién remodelado parque “Centenario del 27 de Febrero” casa del equipo de Beisbol Olmecas de Tabasco, me preguntaron algunos colegas cual era mi impresión de semejante obra

Al término del recorrido de ayer por las instalaciones del recién remodelado parque “Centenario del 27 de Febrero” casa del equipo de Beisbol Olmecas de Tabasco, me preguntaron algunos colegas cual era mi impresión de semejante obra.

Inicialmente bajo la visión del “Ciclón del Sureste” Carlos Alberto Madrazo Becerra” siendo gobernador del estado, lo particular en la construcción del estadio de beisbol eran dos: su dimensión por el área del jardín Central de 450 pies -lo que hacia difícil para los peloteros, conectar batazos de “home run”- por un lado y; tomando como referencia la cantidad de agua que comienza a caer en el mes de junio de cada año en la entidad, su área de preferente con techado.

Después de la “remodelación” que sufrió el estadio durante el gobierno de Salvador Neme Castillo, se perdió lo primero reduciendo el campo a 400 pies por el jardín central y de 335 por los laterales, pero conservando el techado en la zona de preferente.

Mi primera impresión de lo que observé ayer, es la similitud del parque con el también recién remodelado “Beto Avila” - casa de los Tigres de Quintana Roo- en su parte central. De acuerdo a Félix Zulueta, quien tuvo ayer a su cargo la explicación  y el recorrido inicial a los medios de comunicación, es una replica de esa versión, salvo las adecuaciones del “bullpen” sobre los jardines izquierdo y derecho a petición expresa del club.

Solo que el Estadio Beto Ávila, fue de menor inversión y mayor aforo, la obra requirió una inversión de 214 millones de pesos, creándose un espacio para 4 mil 558 personas en butacas y 9 mil 541 en gradas.

La obra de Sedatu en Tabasco, respecto a nuestro Centenario del 27 de febrero, lleva hasta el momento poco más de 240 millones de pesos, pero al eliminar sus espacios de gradas “populares” redujo su aforo a 6 mil 600 aficionados, eso sí, cómodamente sentados. Durante el campeonato de 1993, el parque arrojó una entrada equivalente a los 9 mil aficionados - otros más sugirieron 12 mil- con boleto pagado.

Cabe destacar aquí, que de acuerdo a la exigencia de equipos de grandes ligas - en Tabasco han venido a jugar hasta el momento Rojos de Cincinati y Padres de San Diego- para un juego de exhibición, los contratos requieren estadios con aforos no menor a 10 mil aficionados sentados, por lo que con este nuevo parque, será muy difícil ver de nuevo a un equipo grande en la entidad.

Eliminando el techo de la zona preferente la obra de SEDATU, especifica  Félix Zulueta que la remodelación se adecua a las recomendaciones de Liga Mexicana para espacios abiertos en horarios nocturnos. Sólo que en ninguna otra entidad, llueve lo que cae en Tabasco durante los meses de Junio y Julio. No decir en Octubre, de llegarse a jugar una serie de campeonato en el nuevo sistema de competencia de liga mexicana.

La falta de estacionamiento, que ha sido uno de los grandes problemas de los aficionados al acudir al parque, se solucionará de acuerdo a los directivos habilitando el velódromo de la Ciudad Deportiva en todo su extensión como estacionamiento provisional en cada juego, algo que se torna interesante observar.

La obra en lo general por su parte, cubre las dimensiones proyectadas para una zona comercial, dos restaurantes de lujo, plaza elevada, plaza recreativa para bailongos de Maney en lo que era la plaza de la juventud,  zona de recreación familiar, así como taludes de juego y áreas de bullpen. Las oficinas de los directivos y los vestidores de los peloteros, se prevé de lujo.

Por lo demás creo en lo personal, que la remodelación previó a su bautizo con parque lleno de aficionados con una lluvia de no menos de 200 mm por noche en 2023 - lo proyectan abrir en marzo del próximo año-, deberá esperar la “prueba del agua” para saber si su funcionamiento es excepcional, o se la mentamos de nuevo a la sedatu.

Kybalión.- ¿ Y dondé está Gonzalo Medina? Fue la pregunta incómoda ayer en la apertura a medios de comunicación por el recién remodelado escenario beisbolero.

La ausencia del evento se argumentó por la solicitud de última hora de directivos de liga mexicana, para la presencia del gerente general de Olmecas de Tabasco a una sesión ejecutiva en la Ciudad de México.

El momento se creía el indicado para que el empresario, diera su versión sobre las publicaciones que lo ubican como socio de la empresa que distribuye pruebas covid 19 en Tabasco.

Información que es pública y pues tendrá que comentar para aclarar señalamientos, como en su momento enfrentó Mayra Jacobo en la SEDEC. 

¡Pelotero a la bola!