PARADEROS

La democracia, un compás de espera y esperanza

En los años setenta una pequeña, pero muy activa, franja de la sociedad mexicana se movilizó para lograr que el gobierno dejara de tener el control absoluto de las elecciones. En esos tiempos, desde el gobierno federal –y los estatales- se convocaba, organizaba, calificaba, y contaba, el voto ciudadano. La crisis de 1968, cuando el Estado reprimió de manera sangrienta a los estudiantes y grupos inconformes, obligó a un cambio en las leyes electorales en 1977. Por primera vez hubo una mayor competencia reconocida legalmente. En los años siguientes se fue quitando el control del partido gobernante (PRI), a la participación ciudadana y se ampliaron las libertades a fuerza de organización. Desde entonces, después de cada elección, se busca mejorar el sistema democrático. Ayer, con el relevo de una parte de los consejeros y la llegada de Guadalupe Taddei a la presidencia del INE se abre un compás de espera y esperanza.