OPINIÓN

Poder Político
16/06/2025

Hundimiento

Más allá de la narrativa de «Salvar a América» y también «Hacer otra vez más grande a América», las redadas de Donald Trump durante las recientes semanas en el centro de Los Ángeles, California, persiguiendo a inmigrantes sobre todo mexicanos, por delincuentes y violadores, habla con puntualidad del jefe de estado estadounidense que de aquellos a quienes cataloga como los malosos vandalizando a esta entidad que destaca entre las más influyentes en economía y política y sociedad.

En el presidente republicano hay un arraigado odio, rencor, además de frustración, más que el deporte de instigar mediante el discurso sobre los migrantes en particular de origen mexicano.  Creyéndose de una casta anglosajona originaria en su historia de vida ha tenido el rechazo de mexicanos, latinos e hispanos para hacer negocios; casos declarados en el ramo restaurantero, con el reconocido chef español José Andrés, incidido también por  comentarios racistas, y en el sector inmobiliario una coinversión propuesta al empresario Carlos Cabal Peniche.

Conocida también su faceta de conductor de reallitys shows por la cadena Fox y asociado al 50 por ciento del certamen Miss Universo, pretendió seducir a las jóvenes participantes, así como a destacadas actrices del medio cinematográficos como Salma Hayek y a Eva Longoria, quienes igual lo repudiaron.  

Razones hay y muchas como para que el presidente estadounidense desate toda su ponzoña contra el vecino país mexicano, sin importarle que compartan un tratado comercial; aunque por reclamos de dueños de empresarios agricultores, restauranteros y hoteleros, detuvo las redadas allí porque toda su fuerza laboral es de migrantes latinos, aún más de acá.   

California de origen formó parte del territorio mexicano, hasta la firma del Tratado de Guadalupe Hidalgo que data del 2 de febrero de 1948, implicada su cesión con el fin del conflicto bélico entre ambas naciones. Sin embargo, en el discurrir del tiempo ha mantenido el arraigo nacionalista cultural de México, habida cuenta de que de los 39.33 millones de residentes, censados en 2024, el 36 por ciento son originarios directos e indirectos de estos lares, sin sumar al conjunto de todos los latinos.

Gavin Newsom es gobernador del estado de California de militancia demócrata, además de tener raíces latinas, le ha plantado cara al neofascista Donald Trump, quien a su vez para pretender mostrar una falaz supremacía al interior y al exterior invadió a este territorio santuario de gran parte de los residentes mexicanos en ese país.

Otra razón de los por qué centra el republicano su mediática lucha con el argumento de poner orden en un estado de predominancia demócrata, aunque en su narrativa las autoridades son unos incompetentes, ineptos para gobernar; nada acontece por casualidad, aún menos en política; cuando busca debilitar a Gavin Newsom, gobernante del principal bastión opositor y también fuerte aspirante a la candidatura presidencial ese primer martes de noviembre cuando los electores votarán a quien será el próximo jefe de estado de la principal potencia en la geopolítica. 

Tanta es la obsesión de mostrar un músculo dictatorial que duplicó a 4 mil el número de elementos de la Guardia Nacional en el área de Los Ángeles, así como dispuso el envío de 700 infantes de Marina.

En la sinrazón de su autoritarismo y la de sus afines en el gabinete de seguridad no prospectaron la mayúscula reacción de repudio en el mensaje por redes sociales y en manifestaciones multitudinarias que hubo este sábado 14 de junio por los 50 estados de la Unión Americana, igual que en Latinoamérica y en el mundo, que opacaron al desfile militar motivado para equipararse al poderío de Vladimir Putin en Rusia y de Xi Jinping en China; en su 79 aniversario de vida y no los 250 que datan del ejército, justo ambos en la misma fecha.

Trump con su errada manera de tomar decisiones empuja a una eventual separación de California de los Estados Unidos de América, en la eventualidad de un referéndum en el que la generalidad podría optar en favor de la iniciativa de formalizar la independencia; que implicaría un sisma catastrófico, al tener esta entidad todo para una propia sustentabilidad política y socioeconómica; sería la cuarta economía más grande del mundo.

Al revés de la insistencia aún de sumar a Canadá como el estado 51, así como a hacerse de Groenlandia, Estados Unidos encara el escenario de tener que restarle una estrella a la bandera con la escisión de los californianos ya con una vida propia y el debilitamiento atroz del país al que aún pertenece. 

eduhdez@yahoo.com





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