Altar Mayor

Hartazgo ¿o espejismo?...

     

"Argentina: el hartazgo pudo más que el miedo". Así decía el encabezado de una nota publicada por El Mundo, al referirse al balotaje (proceso electoral) celebrado en Argentina, mediante el cual  Javier Milei, obtuvo el triunfo el pasado 19 de noviembre, como Presidente de dicho país.

En todo esto --en la mayoría de las notas periodísticas— resaltó el hecho de que el principal factor que hizo posible la victoria de Milei fue el hartazgo de la sociedad ante las prácticas corruptas del kirchnerismo y un modelo económico agotado.

A más de uno hizo recordar el episodio ocurrido en México en las elecciones de 2018, cuando el tabasqueño Andrés Manuel López Obrador, férreo opositor al neoliberalismo,  logró  llegar a la Presidencia de México con un porcentaje de más de treinta millones de votos a su favor.

Hay quienes dicen que los argentinos dieron un salto al vacío. Empero, vale la pena revisar lo sucedido con las casas encuestadoras, por el hecho de que, de un total de 21, sólo seis lograron atinar que quien se alzaría con la victoria lo sería el ahora presidente electo, Javier Milei, un economista que ofreció cerrar el Banco Central y dolarizar la economía, promesas por las cuales hubo quienes hasta se atrevieron a tildarlo de loco o mesiánico.

El candidato perdedor resultó ser Sergio Massa, Ministro de Economía, a quien, según los analistas pudo haberle afectado la inflación galopante por la que están pasando los gauchos.

Así se escribió la historia argentina. Ahora empezará la cruda realidad. Pronto se verá si la decisión de los argentinos fue la correcta o el triunfo de Milei es solo un espejismo.

Los argentinos ya eligieron Presidente, habrá que esperar,  una vez que Javier Milei asuma el cargo, el próximo 10 de diciembre, qué acciones emprenderá para corresponder a la confianza que le ha sido depositada. De manera particular, cómo será su desempeño como gobernante para devolver a sus paisanos la esperanza de que sí es posible enderezar el rumbo y hacer realidad que aquellos, con sus familias, tengan y puedan disfrutar un mejor país, sin corrupción, con crecimiento económico, buena salud, educación de calidad, oportunidad de empleos, paz y seguridad.

En 2024, tocará a nuestro país celebrar elecciones y será interesante ver cómo les irá a las encuestadoras, particularmente aquellas que al igual que un considerable segmento de personajes y  medios de comunicación, ya dan desde ahora por hecho, una nueva victoria morenista en la contieenda por la Presidencia de México.

Está claro que se avizora una elección muy competida, en la que no habrá posibilidad de hacer trampas; particularmente porque buena parte de quienes serán candidatos ya saben de qué pie cojea cada uno, así como están identificados los que, aunque quieran ocultarla, tienen cola que le pisen, al igual que por sus acciones, la ciudadanía los conoce bien y desde ahora ya están siendo reprobados. La moneda está en el aire, nada está escrito, por lo que aún nadie puede cantar victoria.

El mismo Presidente AMLO ha advertido que estará atento y que será el primero en alzar la voz si alguien quiere pasarse de listo poniendo en práctica vicios que antaño empañaron la credibilidad de las votaciones; por eso se han hecho ajustes a las leyes electorales buscando nitidez y transparencia, respetando principalmente las reglas de la democracia.

En todo este escenario, estará bajo la lupa ese segmento de oportunistas --que nunca faltan-- particularmente aquellos que empiezan a frotarse las manos buscando acomodo en lo que consideran ahora como la única opción de supervivencias política, aprovechando la cobija de Morena.

La fiesta electoral está por empezar, vienen siete meses de intenso ajetreo político, veremos y diremos cómo resultan las cosas.

Entrelíneas....

Y véase lo ocurrido en Nuevo León, donde el "vivillo" Samuel García, como lo decíamos en el Altar Mayor del miércoles pasado, quería usar al gobierno de aquella entidad como su hacienda particular pero le salió el tiro por la culata. Ese mismo día –por cierto— el PAN y el PRI hicieron valer su mayoría en el Congreso de Nuevo León –en medio de las protestas del locuaz fos fo-fos fo-- y nombraron como gobernador interino a Luis Enrique Orozco, ex vicefiscal de aquella entidad, cercano al PRI. (altar_mayor@yahoo.cpom.mx)