Que 2022 sea un año de dicha y prosperidad para todos

Que 2022 sea un año de dicha y prosperidad para todos

Este viernes es el último día del 2021. Un año más que se agotó. Es buen momento para reflexionar sobre lo que ha quedado atrás pero con la mirada hacia el futuro, hacia lo que en unas horas empieza: el año nuevo, el 2022.

El inicio de un nuevo ciclo de 365 días es oportunidad para hacer votos, proponernos proyectos personales y renovar la esperanza. Retroalimentarnos, revitalizarnos como seres humanos y fijarnos objetivos claros, para alcanzarlos en el transcurso del nuevo año que comienza. Hay quienes sugieren que en este ejercicio personal no hay que ser tan pretenciosos, basta fijarnos propósitos factibles de alcanzar.

Pero bueno, el jolgorio decembrino llega a su fin. Las fiestas de diciembre nos hicieron vibrar de nostálgicos momentos y de instantes de alegría; pero también nos permitieron reafirmar lazos de unidad en nuestro entorno familiar, y de fraternidad con nuestras amistades.

Al finalizar 2021 quedan atrás momentos inolvidables. Episodios de tristeza por todo lo que ha sucedido desde que empezó la emergencia sanitaria del COVID 19.

Una pandemia que ha diezmado a la población en el mundo y que ha provocado la abrupta ausencia de amigos, conocidos y muchas personas que han sufrido la pérdida de algún familiar.

Una pandemia que ha modificado nuestros estilos de vida y al unísono ha provocado confinamientos, encierros temporales en la humanidad en el ánimo de salvaguardar la salud. Pero, además nos ha permitido comprender en su justa dimensión el gran valor de la vida.

Por eso también al cierre del 2021 es momento para agradecer la oportunidad que El creador nos ha brindado para permitirnos llegar hasta este instante a pesar de todo lo que ha sucedido ante la presencia en todo el orbe de ese “bicho” transmisor del Covid.

Indudablemente, sin las escaleras del pasado no puede alcanzarse el futuro.

El 2021 nos deje un sinfín de experiencias y recuerdos que habrá que asimilar ante el inicio de un nuevo ciclo que, definitivamente nos debe impulsar a forjarnos el reto de ser mejores cada día en cualesquiera de nuestras actividades que desarrollamos dentro de nuestra sociedad.

Y sobretodo a ser más empáticos con nuestros semejantes, con nuestras amistades, nuestras propias familias para mantener la armonía social.

Es oportuno reflexionar que al arranque de un Año Nuevo no es el destino, es el viaje lo trascendental. Y en ese contexto es muy importante disfrutar cada día de esta nueva e interesante aventura que está por iniciar.

Hagamos votos porque el 2022, nos regrese a la normalidad en materia sanitaria, que nos brinde la fortaleza necesaria y el coraje suficiente para enfrentar un mejor horizonte lleno de sueños que puedan hacerse realidad.

Vaya para nuestros queridos lectores, un abrazo fraterno, con los mejores deseos de que tengan un ¡Feliz y Próspero Año Nuevo!.

Entrelíneas…..

Va la pregunta del año (que apenas empieza) ¿en qué municipios quienes toman las decisiones presupuestales no son precisamente el primer (a) regidor (a)?....Juan Pueblo hace sus especulaciones y dice que, al parecer en esas demarcaciones, hay un poder tras el trono…chi lo sa!, diría el decano del periodismo Erwin Macario…..