Altar Mayor

El PRIAN entre el toma y daca...

Dice la vox populi que cuando se pelean las comadres salen a relucir las verdades.

Pareciera ser que eso ocurre allá en el norte del país, en Coahuila, donde el presidente nacional del PAN, Marko Cortes sin inhibición alguna saca a relucir una práctica común predominante en las llamadas "Alianzas" políticas: el trueque o el toma y daca, como usted quiera llamarle.

El dirigente panista, exhortó al recién electo gobernador coahuilense Manolo Jiménez, a respetar los "acuerdos" que se pactaron en el PRIAN de aquella entidad, previo a las elecciones del 2023.

El mandatario norteño, no se quedó atrás y le respondió con énfasis a don Marko Cortes, recriminando el hecho de que el PAN se comprometió a aportar el 20 % de los votos, pero debido a su baja votación, de apenas 6%, no se le daría dicha facultad de concederle lo que se había pactado.

Simple y llanamente Manolo Jiménez marcó su raya y textualmente reviró: "Los intereses de unos cuantos, que despachan desde un escritorio en la Ciudad de México, nunca estarán por encima del bienestar de las y los coahuilenses". El poder no se comparte, fue el mensaje claro.

En el estira y afloje del PRIAN coahuilense sale a relucir ese tipo de "acuerdos" cupulares de los dirigentes de partidos cuando van juntos en elecciones pero como puede verse, esto se volvió una "traicionadera".

Muchas veces se ha dicho que eso de las alianzas del PRI y el PAN jamás podrán terminar bien pues suelen ser  frágiles o convenencieras; son una especie de mezcla de agua y aceite, pueden estar juntos pero las razones históricas les impide aglutinarse como una sola fuerza política.

Y observe usted, desde ahora, que si en lo mínimo (contiendas por alcaldías y gubernaturas) no están unidos, menos podrán estarlo en una competencia mayor como es la que se aproxima en la disputa de la Presidencia de la República. Cada quien quiere jalar agua para su molino.

Vea usted si no es así, cuando en su reclamo de Marko Cortes saca a relucir el documento firmado por las dirigencias nacionales de Acción Nacional y el tricolor que establece la repartición de alcaldías, distritos electorales y hasta secretarías, y oficialías de registro civil, etc.

"Piores" cosas se verán, diría Juan Pueblo. Y hay razón en tal aserto cuando, quien sabe si por ingenuidad o endejez, esos del PAN creían que Alito Moreno les cumpliría al pie de la letra el citado "acuerdo" sabiendo que son tal para cual, una simple "runfla" (carta de naipes del mismo palo).

Lo que ocurrió es que Acción Nacional pretendía tener maniatado como iguana al PRI apoderándose de dependencias estratégicas como Fiscalización (función pública) por aquello de tenerles el pie en el cuello, con responsabilidades administrativas, si se les volteaban en el camino y bien amarrados con el ejercicio del gasto público.

Otras áreas: medio ambiente que, dicho sea de paso, es un nicho de corrupción por los permisos y concesiones que se otorgan a empresas, especialmente las mineras y carboneras y demás extractivas de recursos naturales; Instituto de Transparencia, para mantenerlos a raya y abrumados con miles de solicitudes de información y temas mediáticos; planteles educativos y universidades, donde existe escasa fiscalización y manera de "bajar" recursos para "proyectos" vinculados al PAN.

También querían notarías y el registro civil y el de la propiedad, como si se tratase de conformar un verdadero clan inmobiliario en el futuro inmediato.

Querían además la magistratura, es decir, el Poder Judicial como contrapeso y blindaje en posibles juicios por si se le cruzan los cables al PRI; pero, aunado a ello, faltaría analizar la Constitución local, para saber si dicha magistratura, en caso necesario asume la titularidad del Poder Ejecutivo –por ausencia de éste, temporal o permanente-- en tanto lanzan elecciones extraordinarias.

Sin embargo, ya en los hechos, todo se derrumbó, como dijera el cantautor Emmanuel.

Entrelíneas...

Muestra de civilidad política la presencia, el miércoles pasado, del precandidato morenista a gobernador del Estado, Javier May Rodríguez y la también, aspirante del PAN al mismo cargo Lorena Beurregard, en el IV Informe de Labores del rector Guillermo Narvaéz Osorio. La UJAT no puede estar cerrada a los nuevos vientos de pluralidad ideológica que soplan en el país en el contexto de la gran transformación que estamos viviendo actualmente.

(altar_mayor@yahoo.com.mx)