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En 2017, el sociólogo Zygmunt Bauman anotó en uno de sus libros: "Surgen actualmente retrotopías, que son mundos ideales ubicados en un pasado perdido, robado, abandonado que, aún así, se ha resistido a morir, y no en este futuro todavía por nacer y, por lo tanto, inexistente".

          Ajustando estas palabras al México de hoy, se antoja decir que ante el desencanto de las utopías de la derecha nacional en materias económica, política, electoral, religiosa y social que acabaron siendo distopías durante su concreción en la realidad, la misma derecha representada por el PAN busca traer al presente y al futuro un pasado que valora como positivo. Y como ejemplos de esta intención de recordar y tratar de reproducir ese "pasado" que la derecha panista tiene en su mente como "exitoso", son las expresiones que alrededor del aniversario número veinticinco de haber sacado a "patadas" (Fox dixit) al PRI de Los Pinos, son las palabras de tres de sus más ínclitos representantes. Primero, es el llamado de su actual presidente nacional, Jorge Romero, a que "por estrategia" hay que "presumir los logros" del expresidente Felipe Calderón durante su mandato. Después, es el auto reconocimiento que Felipe Calderón hizo sobre el paso del PAN al frente del poder ejecutivo federal: "Con limitaciones y errores los gobiernos del PAN han sido los mejores en lo que va del siglo en México", dijo con soltura y cinismo.

          Pero quien se lleva las palmas es el expresidente Vicente Fox, y es que el primer candidato del PAN a la presidencia de México que triunfó en las urnas, dijo: "Les propongo repetir la gran hazaña en 2000", y esa "gran hazaña" a la que se refirió el también ex alto directivo de la empresa Coca Cola, es su triunfo en las urnas en el proceso electoral de 2000, mediante el cual él asumió el poder presidencial en 1 de diciembre de ese año. Pero el también ex gobernador de Guanajuato no se quedó en el simple enunciado de "les propongo", sino que lanzó un reto: "¿Quién le entra?", y compartió una opción: "La puerta es Vértice MX", organización política en formación para competir electoralmente en 2030 desde la derecha.

          Es decir, lo que el también ex diputado federal que se hizo retratar en su curul de la cámara, con las boletas electorales del proceso de 1988 colocadas en sus orejas, quiere vender como opción para el futuro de la derecha es una "retrotopía" en la que él fue el principal actor, ya como candidato presidencial, ya como ocupante de la casa presidencial, ya como cónyuge de Marta Sahagún, la primera dama de entonces (2000-2006) que pretendió, con la anuencia de su marido, sucederlo en el poder, aspecto que no pudo concretar porque en el camino se le cruzó (también "haiga sido como haiga sido") Felipe Calderón.

          "Retrotopia" a un momento histórico en el cual, según las mentes claras y lúcidas (nótese el sarcasmo) de Vicente Fox, Felipe Calderón, Jorge Romero y Jay de la Cueva del grupo "Molotov", "éramos un país bien chingón".

          Pero lo que sí hay que reconocerle a Vicente Fox es que durante todas las décadas de existencia del PAN (1939 a la fecha), aunque ha tenido dos presidentes de la república emanados de sus filas, él ha sido el único candidato presidencial que triunfó en las urnas, ya que el otro habitante panista de Los Pinos, Felipe Calderón, se agenció el "triunfo" en la mesa de los magistrados y no en la jornada electoral mediante el voto ciudadano.

          Digo que hay que reconocerle a Vicente Fox que ha sido el único candidato panista que triunfó en un proceso electoral por la presidencia de la república, pero se antoja preguntar si con su triunfo también ganó el PAN, y, además, conocer quién perdió. En la crónica que publiqué en el número 106 de la revista "Voz y Voto" (15 de diciembre de 2001) titulada "PRI: revelando el rollo", sobre la XVIII Asamblea priista, celebrada del 17 al 20 de noviembre de ese año con el fin de analizar qué pasó que perdieron la presidencia del país después de siete décadas de ostentarla, aventuré una respuesta cuyo contenido aún sostengo.

          En esa ocasión escribí que el 2 de julio de 2000 "perdieron todos, PRI y PAN a la cabeza. El PRI perdió la presidencia del país. Aunque ganó el candidato registrado con sus siglas, el PAN también perdió la presidencia del país. El PRD, si bien perdió mucho, fue el que menos, pues conservó su tercer lugar en la preferencia electoral".

          Y es que, como lo apuntó en su momento Carlos Monsiváis en una expresión dual, entre optimista y pesimista. En la parte optimista el cronista expresó que el 2 de julio de 2000 ganó México, y en la pesimista, abundó: pero también ganó Fox.