PARADEROS

Acción conjunta de autoridades militares y civiles para la seguridad de Tabasco


Como bien se comentó en las páginas editoriales de Presente, el tema de la seguridad y combate a la delincuencia es complejo. Se trata de un fenómeno que viene arrastrando el país desde hace décadas.

Podríamos remontar la presencia de conductas antisociales y criminales casi desde la fundación de la nación mexicana. Aunque es a partir de los años noventa que este fenómeno se hizo más evidente y cobró una magnitud nunca antes vista.

Fueron tiempos en los que la globalización alcanzó a las actividades delictivas. Pero también cuando el Estado dejó de hacer su tarea fundamental: garantizar la seguridad de la población y administrar con eficacia la ley, hacer valer las normas.

Más peor aún: varias franjas de la autoridad fueron cooptadas o rebasadas por la delincuencia. En otros casos la autoridad se volvió indiferente al reclamo de la población.

Por eso es bienvenida la decisión presidencial para aplicar en Tabasco un operativo que seguramente será integral. La acción policiaco militar, con la participación de la Marina, el Ejército y fuerzas especiales, debe servir para hacer de la entidad una región segura.

Importa la población, pero más todavía si tomamos en cuenta que Tabasco y Chiapas serán la zona en la que tiene que garantizarse la máxima prevención delictiva: es el territorio que escogió el presidente López Obrador para su retiro. Se trata de un asunto de seguridad nacional.

Autoridades e instituciones omisas terminan siendo un muy alto costo para todos.