Solidaridad Rotaria, Del Real Del Grijalva
Los socios del Club Rotario Real del Grijalva han estado muy activos llevando su solidaridad con las familias en desgracia y que se encuentran aisladas, con pérdida de su patrimonio
Los socios del Club Rotario Real del Grijalva han estado muy activos llevando su solidaridad con las familias en desgracia y que se encuentran aisladas, con pérdida de su patrimonio, dentro del agua, sin trabajo y con serias dificultades para adquirir sus alimentos.
La licenciada Georgina Aréchiga, presidenta de este club de servicio, informó que han adquirido alimentos y las socias se han reunido en las noches para empacar despensas que al día siguiente salen con compañeros rotarios para repartir directamente a los más afectados de comunidades apartadas.
El ingeniero Fernando Avendaño, secretario del club, informó que la entrega de apoyos, despensas, ropa y juguetes, ha sido directa a los afectados en Gaviota Sur, La Guaya, Vicente Guerrero y Francisco I. Madero en la sierra de Tacotalpa, entre otras comunidades.
La licenciada Juanita Rabelo, Gobernadora electa de Rotary, dio a conocer que han tenido que transportase en lanchas, e incluso arriba de Tapijulapa tuvieron que trasladarse en una tirolesa ante un puente caído, pero el objetivo ha sido la entrega directa y a los más afectados.
Por su parte la tesorera licenciada Patricia Baeza comentó que se han aplicado recursos del Club y aportaciones extraordinarias de sus compañeros, y que ya se pagó el traslado de un tráiler con alimentos donados por compañeros rotarios de la Fundación Formes de la ciudad de México, por lo que seguirán empacando y repartiendo despensas.
La licenciada Patricia Juárez resaltó el trabajo de los clubes juveniles Interac y Rotarac que patrocina este Club Rotario Real del Grijalva, recalcando la importancia de la solidaridad y que algo que distingue al club es que servir es nuestra ocupación-
MIS BODAS DE DIAMANTE
Es una fortuna y una felicidad poder celebrar mis primeros sesenta años de casado, mis Bodas de Diamante, y no es por presumir, pero me considero sumamente afortunado y bendecido por la Divinidad, deseando vivamente que ella exista, y no es para menos.
A la enorme fortuna de tener a mi lado a la más bella y dulce de las compañeras, porque eso es mi esposa, agregando al que considero el mejor hijo del mundo, y por si esto fuera poco, una hermosa, unida y amorosa familia, y una cauda de amigos que me sustentan hacen realidad aquel pensamiento de Aristóteles de que “la amistad, es un alma para dos cuerpos”.
Y efectivamente, si un 25 de octubre de 1959 nos juramos amarnos más allá del tiempo y la distancia, fue un 3 de diciembre pero de 1960 cuando Marta y yo iniciamos en la realidad un nuevo proyecto de vida que nada, ni la misma muerte, tiene la facultad ni el poder de separar.
Y habiendo llegado a mis primeros 86 años de vida, yerba mala nunca muere, es una felicidad poder celebrar estas “bodas diamantinas”, y tomando una rosa, esa flor de divina arquitectura, ponerla a los pies de esa alma serena que acompasa mis días, poseedora de la sonrisa perenne que se contagia, que es el gran lujo de mi corazón, la complacencia de mis ojos, la dulce compañera de mi vida-.
Y es muy grato poder compartir contigo, amable y paciente lector, los diamantes de estas bodas, de este jubileo, que un amigo te transmite con la esperanza de obtener tu indulgencia.