Así están los tiempos....

Quienes tienen la posibilidad de comprar el periódico, pero además resultan ser afectos a leer las noticias o ver noticiarios de televisión para enterarse a diario de los acontecimientos de la vida nacional

Quienes tienen la posibilidad de comprar el periódico, pero además resultan ser afectos a leer las noticias o ver noticiarios de televisión para enterarse a diario de los acontecimientos de la vida nacional, podrán observar que tal parece que el tiempo se ha detenido y estamos como en "stop".

Por un lado, tenemos lo que ya se convirtió en el deporte favorito del momento --el entretenimiento mediático de los dimes y diretes entre aspirantes (o suspirantes) por cargos electorales rumbo al 2024--  al cual quiérase o no, nos tienen sometidos los políticos y en el que, pues también buena parte de la sociedad se encuentra de manera activa participando, opinando sin ton ni son y provocando discusiones y debates en las oficinas, centros de trabajo, escuelas y ya no se diga también en el hogar.

Tanto ha permeado el tema de la política que ya hasta apuestas están cruzando algunos sobre quienes serán los próximos ilustres mexicanos que estarán en posibilidad, primero de lograr colocarse como candidatos para posteriormente llegar a ocupar un cargo público.

Hay quienes dicen que en esta materia –el de la política- no hay nada escrito porque no es como las matemáticas en las que 2 más 2 dan 4; pero eso ya lo veremos, y lo bueno que también, como lo ha dicho reiteradamente el Presidente AMLO ya no hay ni habrá tapados.

Curiosamente y es innecesario señalarlos pues están a la vista de todos, la infinidad de hombres y mujeres de la política que buscan posicionarse con miras al futuro; del otro lado, el pueblo sabio, quizá pecando de ingenuidad, calentando motores, preparándose también en la definición del voto rumbo a las próximas elecciones.

Los presuntos aspirantes o quienes ya se consideran hasta precandidatos y quienes quieren y hacen su lucha, aunque sus posibilidades sean remotas, se van moviendo con discreción algunos y otros ya sin ningún pudor al sentirse seguros de que ya tienen en la bolsa el boleto asegurado.

Como siempre vendrán de nuevo los ofrecimientos y promesas de campaña y surgirá el lema o la frase que hará rugir a las graderías para convencer que ha llegado el momento de las mujeres, de los jóvenes, los campesinos, de las personas de la tercera edad, de los niños, del México con seguridad, de progreso, de inversiones, de crecimiento al que todos anhelamos, de continuar labrando ese gran proyecto por el que lucharon los héroes de la Independencia y de la Revolución y algunos otros hasta llegar  a lo que ahora está de moda,  la 4T.

Así están los tiempos. Aunque deberían estar mejor si se aprovechara la oportunidad para reflexionar sobre cuál es el México del futuro que queremos heredar a las nuevas generaciones.

Tiempos para hacer un alto y analizar realmente  con honestidad, con buena autocrítica, como dice el Presidente López Obrador, sin politiquería, y decir si vamos en realidad bien o vamos medio bien o mal o cómo en verdad vamos, o más allá que podemos hacer los mexicanos para vislumbrar un futuro más alentador y promisorio.

También para reflexionar sobre la importancia de hacer a un lado la pereza y la modorra o el confort pues tal parece que en un amplio sector de nuestra sociedad actual hay resignación  (¿o conformidad?) en tanto que afuera de manera general –y algo en lo que no parecen reparar los políticos- muchos mexicanos están enfrentando muchas dificultades al no tener los medios  para llevar alimento a sus hogares, por falta de empleo, perdidos algunos en el mundo de las drogas y  la   delincuencia organizada, el alcohol u otros males sociales que tanto dañan al México de hoy.

Obsérvese cómo a pesar de todo lo que se diga, en muchas regiones del país hoy se sigue viviendo bajo el acecho de la inseguridad, deficiencias en la educación, carencias en materia de salud y muchos problemas sociales que siguen, nos guste o no, postergando los logros para el bienestar de la población.

Así están las cosas y así estarán, la clase política, por ahora y desde ahora, enfrascada con la mirada puesta en el 2024.

En tanto aquellos anhelos de progreso y bienestar al que aspiramos la mayoría de los mexicanos, al parecer tendrán que seguir esperando un rato más. (altar_mayor@yahoo.com.mx)