¡Urge, para ayer!

Tampoco se trata de regalar dinero a manos llenas sin tener reglas de oper

Si la economía era ya precaria en la estructura de la administración pública federal impactando a los estados y  municipios, con la intempestiva aparición de la pandemia de coronavirus en este país  el presupuesto hacendario de los pesos y centavos se ha venido abajo con afectación profunda, no equiparables al error de diciembre de 1994 sino al crack, igual mundial, que se hubo en 1929 con la consecuente derivación en la insolvencia pública y privada.

Se trata de ser realistas y no ave de mal agüero, no de una soñolienta pesadilla sino de la evidencia que exige un responsable análisis diagnóstico y prospectivo en donde el gabinete económico involucre organismos colegiados y empresariales, a las instituciones universitarias, para estructurar un plan asertivo que permita de inicio contener lo elemental de una sociedad que será aún más pobre, acrecentando la población hacia este estatus.

Tampoco se trata de regalar dinero a manos llenas sin tener reglas de operación en programas que terminan siendo asistencialistas e igual de corrompidos, como “Jóvenes construyendo el futuro”, en el que los empleadores simulan enseñar mientras que los beneficiarios continúan igual, ni aprenden oficio alguno ni les importa nada más que un ingreso fácil, compartido entre unos y otros que de otra manera no obtendrían.  

Inadmisible que halla margen alguno de desdén ante una situación de crisis  sanitaria mundial que echó abajo la proyección presupuestal de crecimiento del Producto Interno Bruto en dos puntos porcentuales ahora converso a un decrecimiento estimado en seis puntos porcentuales por los organismos internacionales, incluidas las calificadoras que miden la capacidad crediticia gubernamental y privada, además del Banco de México.

Los principales generadores de ingresos a hacienda pública dejaron ya de serlo cuando el  petróleo que al uno de enero se cotizó el 56.14 dólares el barril hasta se depreció a 10.37 dólares por cada uno del millón 600 barriles diarios exportado, el mínimo, desde que en el 2000 se empezó a tener registro del valor de la mexicana por el Banco de México; -sin embargo, en diciembre de 1989 se vendió en  7.89 dólares.

Una pérdida millonaria absoluta en vez de ganancias para la hacienda pública en la exportación del hidrocarburo que desde antaño fue el fiel de la balanza presupuestal aun en medio de la grosera corrupción en el sector.

El turismo doméstico e internacional paralizado que a México le ubicó en el lugar 11 de los destinos mundiales, igual se desplomó, motivo también por la dispersión global del covid19; Europa y Estados Unidos principalmente que aportan gran parte de los 20 millones de visitantes., sin olvidar al doméstico en donde Cancún y Acapulco son los punteros en la generación de empleos por esta ramal.  

En los mismos términos transitaron hacia nulas remesas de los migrantes en su inmensa mayoría de residentes, legales e ilegales en Estados Unido.

Abreviando, la recaudación de impuestos de personas morales y físicas por actividad empresarial, en toda la cadena de valor de la economía doméstica, le tiene en la insolvencia a México.

Los estudios estadísticos de indicadores mensuales y anuales económicos de actividad privada, en lo correspondiente a 2019 y lo que va de este 2020, no son nada halagadores respecto del agrietamiento reflejado en una insostenible pérdida de empleos cuando en nueve meses se pretende crear 2 millones.

Cabría cuestionar la renta de los 12 tratados comerciales con 46 países –sin contar los acuerdos-, excepto el de América del Norte todavía vigente, hasta el uno de junio cuando el T-MEC tenga aplicación, en el que un 80 por ciento de las exportaciones se tienen precisamente con los estadounidenses, sin interés alguno por diversificar.

Al dejar de tener el vecino país del norte la solvencia de su población para mantener el  estatus consumista, obvio que México será el principal afectado y mucho, cumpliéndose la  máxima metafórica que mientras allá les da un catarro acá se padece una neumonía, esta vez al grado de pender de un hilo porque el mundo entero igual está en crisis, sin opción alguna.      

No sólo el país sino los estados están en zozobra, porque al no ingresar lo presupuestado, las participaciones federales las suyas igual serán menores, cuando el 90 por ciento de sus ingresos financieros de allí provienen.

La pertinencia del censo de población y vivienda realizado este 2020, entre el dos y 27 de marzo, con sus resultados preliminares que se conocerán en noviembre próximo, arrojarán no la conjetura de “otros datos” sino de información irrefutables venida “como anillo al dedo” para el propósito que tiene esta asignatura a cargo del INEGI.

Un documento que en la exhaustividad puntual tiene por objetivo principal producir la cuenta de la población residente del país; la información sobre su estructura y principales características socioeconómicas y culturales, además de su distribución en el territorio nacional.

Argumentos hay para que los economistas del gobierno y los del sector privado y académico en la coordinación de su intelecto puedan estructurar un coherente plan a corto, mediano y largo plazo que urge para ayer, de modo que se pueda reencausar el compromiso de un consistente bien común… El civid19 marcó ya un antes y un después; hay que asumir que salidos de la pandemia todo será diferente.  

Bitácora

La realidad que viene no admite margen alguno al oportunismo de una perversa clase política; el rescate socioeconómico mexicano debe ser sin conflictos ideológicos ni vedetismo y sí la suma de todos para enfrentar las adversidades.

eduhdez@yaho..com