CÁBALA: WENDYVOTO: 20 AÑOS DESPUÉS

20 años después de la aparición de “Big Brother”, la generación de la pandemia sufrió un despertar social con la reaparición de este formato televisivo

Si les pregunto por Luis Carmen Guevara Venegas, seguramente amable lector no podría ubicar al personaje que en una semana logró sumar 34 millones de simpatías en un formato televisivo de más de 126 millones de votos participantes.

Pero si le pregunto por “Wendy”, una gran parte de los mexicanos podría ubicar “La casa de los famosos”, donde haciendo uso de la construcción de su personalidad - una mujer trans, que sufrió acoso escolar por su identidad de género logrando apenas terminar la educación primaria-, se adjudicó un premio de cuatro millones de pesos.

20 años después de la aparición de “Big Brother”, la generación de la pandemia sufrió un despertar social con la reaparición de este formato televisivo en el que se construyen realidades para identificar el sentimiento de la población, para no variar dividiendo el escenario en detractores y defensores.

¿Les suena?

Para la mayoría de los detractores, el fenómeno “Wendy” es un indicador del nivel intelectual de la población y para los defensores de la psicología política, un alimento para las necesidades emocionales de la sociedad.

Este fenómeno sin embargo no es nuevo,  empezó en Holanda en 1999 y se extendió a 24 países del mundo en poco menos de cinco años con audiencias superiores a las 2 mil millones de personas.

El elemento fundamental es representar situaciones humanas elementales como el amor, al odio y la pasión, siempre bañados por el sentimiento social.

Analizar el fenómeno de Wendy no es complicado, se relaciona con la aparición de las redes sociales y su versión “TikTokera”, en un personaje que saltó a la popularidad a través de este mecanismo desde el 2017.

El “espejo social” también se explica en una democracia que resiente un contexto de crisis económica social y política, en medio del debate por “los libros de texto”, “el respeto a la diversidad sexual” y la “discriminación de género”.

Tampoco es tema nuevo, pero  si vigente de cara al proceso electoral del 2024, al reenganchar las audiencias utilizando las herramientas tecnológicas de “moda” para retomar el debate a la no discriminación por razón de orientación sexual.

El contexto pues, sirve de paso también para analizar el impacto que tanto las plataformas “streaming” y “Televisa” - creadora de este contenido-  tendrán en las elecciones del próximo año en México y no solo en tendencias, sino hasta “repetir” el estatus surrealista de la competencia electoral en tiempos de la 4T, quienes debutaron a personajes como el ex “big brother” Patricio Zambrano y al fubolista Cuauhtémoc Blanco en el 2015.

Wendy es un constructo social, que podría ser “oro molido” en el terreno de las simpatías electorales y de eso, “Televisa” sabe mucho.

Así que la versión 2024 de las campañas electorales, todavía nos podrían traer muchas sorpresas.

¿No cree usted?

Kybalión.- La “Olmecamanía” versión 2023 debe leerse en dos direcciones.

“La marca” se vendió muy bien, pero el equipo “fracasó” en lo deportivo.

En consecuencia la “era” Pedro Meré estaría llegando a su fin, porque “alguien” debe pagar esos platos rotos.

No importa ya la calificación a Play Off, es insuficiente para satisfacer las expectativas de una aficionado que paga por un espectáculo “caro”, con un equipo “mediocre” en el sentido estricto de la palabra: medianía.

Así que si Meré no paga esos platos rotos, Gonzalo Medina tendrá que poner las barbas en remojo.

Hacer dinero con subsidio garantizado cualquiera. Ganar campeonatos no.

Veremos.