“En ocasiones he tenido que dejar a un lado la cámara para ayudar al prójimo, también tengo conocimientos de primeros auxilios, me gusta realizar mi trabajo, me siento orgulloso de trabajar para el mejor diario de nota roja: El Sol del Sureste”, señaló Nicolás De la Cruz, corresponsal de Cárdenas.

EL SOL DEL SURESTE (ESS)-- ¿Cuántos años llevas de ejercer la nota roja?

• NICOLÁS DE LA CRUZ (NDC): Cubriendo notas rojas llevo aproximadamente 19 años, escribiendo en medios llevo casi 20 años.

ESS: ¿Algún hecho de sangre que recuerdes?

• NDC: Mi primer nota, fue algo contundente, recuerdo que fue mi segundo día de trabajo, era como las 8 ó 9 de la noche, ya hacía hambre y decidí pasar a una taquería ubicada en la calle Magallanes, donde venden tacos de cabeza de res. Estaba cenando cuando recibí una llamada telefónica que me informaba de una persona atropellada cerca del El  Castaño, sobre la carretera federal Cárdenas – Villahermosa; terminé de cenar lo más rápido que pude y me dirigí al accidente. Acababa de llover, llegué a una zona que estaba sin luz, no había mucha visibilidad, caminé hacia donde estaba el atropellado, y al acercarme lo primero que aplasté fue un pedazo de masa encefálica, posteriormente el olor a sangre, y el vapor de la carretera por la lluvia que había caído generaba un impresionante olor, conforme me fui acercando, fui encontrando restos de carne, piel y de todo, la persona atropellada había sido despedazada por múltiples vehículos; recuerdo que ese día, en aquel entonces era el Ministerio Público, levantó los restos que quedaron y los metieron en bolsas de plástico para ser llevados al Semefo.

Han habido otros accidentes de mayor magnitud pero este sin lugar a dudas fue algo que marcó la pauta ya que era mi segundo día y encontrarme con esto, no cualquiera hubiese aguantado.

ESS ¿Alguna experiencia que te haya dejado alguna satisfacción?

• NDC: Experiencias hay muchas, sin lugar a dudas, hay algo que ha marcado la pauta en este trabajo que hoy en día es difícil de ejercerlo, pero llegar a un accidente y ver personas lesionadas, agonizando, es --sin lugar a duda-- algo difícil de asimilar; ser uno de los primeros en llegar al lugar donde están los lesionados te lleva a ser parte de ellos, ya que la gente que se encuentra de curiosos y los mismos lesionados te piden que llames a la ambulancia, haces lo propio con darle aviso a los equipos de rescate, sea cual sea la sigla, pero el lapso en que llegan los rescatistas sientes la presión de ver cómo los lesionados sufren, en mi caso tengo conocimientos de primeros auxilios y me ha tocado dejar a un lado mi cámara y me pongo a prestarle la ayuda mientras arriban los equipos de emergencias.

• Recuerdo que una vez, llegué a un accidente sobre la carretera Villahermosa – Cárdenas, frente a El Castaño, había una pipa estacionada sobre el acotamiento, y una familia a bordo de una camioneta circulaban con dirección a Cárdenas, el conductor de esta camioneta tipo Cherokee se chocó detrás de la pipa estacionada, el chofer murió, su copiloto murió pero dos personas que viajaban en la parte trasera habían sobrevivido, entre ellos una niña como de 3 años. Recuerdo que la gente estaba tratando de sacarla, con barretas y tubos intentaban abrir la puerta del vehículo, cuando llego, veo la escena, me acerco y veo a la niña agonizando en mi maleta que cargo traigo un botiquín y lo necesario para actuar en caso de una emergencia.

• Recuerdo que me introduje al vehículo y con ayuda de los curiosos logramos sacar a la niña, tenía fracturas en sus brazos, además de que presentaba un traumatismo severo, lo primero que hice fue ponerla en una tabla pediátrica que llevaba conmigo, su collarín, sus férulas en cada pierna, recuerdo que la canalicé, y la subí a mi camioneta. Los 13 kilómetros del lugar del accidente al Hospital Regional fueron eternos, los doctores recibieron a la niña, rápidamente la ingresaron al área de “shok”, el médico de guardia, era conocido, me dijo: ‘gracias, has podido salvar una vida a tiempo’.

Esa escena es algo que no podré olvidar, ver a su padres muertos y a la pequeña agonizando, no dudé e hice lo propio para salvarle la vida. Pero son cosas que marcan el camino de quienes tenemos el oficio de la nota roja.

• Hay episodios que no marcan a uno, sino que dejan una huella que no podrá borrarse, en lo personal a veces he dejado de hacer mi trabajo por ayudar a alguien, si se preguntan porqué, es que yo egresé de una institución llamada Cruz Roja, donde aprendí y vi de todo, me sume a las filas de la Comisión Nacional de Emergencias, donde actualmente sigo activo desde hace 16 años.

Es un trabajo muy complicado

Pero sin duda alguna, el trabajar la nota roja es complicado, es algo difícil de “digerir” y más cuando te encuentras en situaciones adversas a las que son tu trabajo.

ESS: ¿Cómo te sientes ser parte de EL SOL del Sureste?

• NDC: Para mi es un orgullo ser parte del Sol del Sureste. Gracias a la señora Mary Fé Díaz por la oportunidad que me brindó desde el primer día y sobre todo la confianza que ha depositado en mí.