Elementos de la Policía Auxiliar detuvieron a un joven en el panteón de San Nicolás Tolentino, en Iztapalapa, Ciudad de México, quien presuntamente saqueaba tumbas. 

Los hechos ocurrieron cuando los uniformados de la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC) de la Ciudad de México, realizaban un recorrido de vigilancia por el cementerio y observaron a un hombre que sustraía objetos de una de las tumbas. 

El sujeto aseguró que era trabajador del panteón, pero no lo pudo acreditar 

Los agentes se acercaron al sospechoso, al que le preguntaron si tenía alguna autorización para estar en el lugar y aseguró que era trabajador del cementerio, sin embargo, no pudo acreditar su labor con alguna identificación o credencial. 

Policías hallaron entre sus pertenencias huesos y marihuana 

Los policías, informó la Secretaría de Seguridad Ciudadana, revisaron a la persona y sus pertenencias, momento en el que le aseguraron 12 huesos, posiblemente humanos, siete cruces de metal, de las que clavan las familias sobre las tumbas, y una bolsa de plástico con aparente marihuana. 

Por lo anterior, el hombre de 25 años de edad fue detenido en flagrancia, le leyeron sus derechos de ley y fue presentado ante el agente del Ministerio Público correspondiente en Iztapalapa, quien determinará su situación jurídica. 

El presunto saqueador ofreció dinero a los policías a cambio de no ser detenido 

La Secretaría añadió que, al momento de su detención, el joven ofreció dinero a los uniformados a cambio de evitar su traslado ante las autoridades ministeriales, lo que significa otro delito. 
 
El dinero fue rechazado y se hizo de conocimiento al agente del Ministerio Público para acusarlo también de cohecho. 

En febrero fueron robados los huesos de un bebé de tres meses en ese mismo panteón 

En enero, fueron robados los restos del bebé Mateo en el Panteón Civil San Nicolás Tolentino, en Iztapalapa. 

El bebé, de 3 meses de nacido, había fallecido el 5 de enero por problemas intestinales, lo sepultaron al siguiente día y después fue exhumado ilegalmente por un delincuente para trasladar su cadáver al Centro de Reinserción Social, San Miguel, en Puebla, donde fue descubierto el 10 de enero. 

Cuando los padres de Mateo denunciaron los hechos, la alcaldía Iztapalapa ordenó la separación del cargo del administrador del panteón y prometieron mejorar la vigilancia en los panteones.