Con la llegada del fin de año, salen a relucir los muñecos conocidos como “años viejos”, los cuales forman parte de la tradición, ya que se les rellena de explosivos y al último minuto del año que finaliza se les quema, para terminar así con las malas vibras.

TRADICIÓN

En este municipio, hay familias que se dedican a elaborarlos a base de viruta y ropas viejas, cotizándose entre 300 y 400 pesos, dependiendo su diseño. El muñeco de año viejo se quema a la medianoche del 31 de diciembre como una forma alegórica de despedir el año que pasa y recibir el que llega.

Con la incineración lo que se busca es generar un ritual de purificación que permita dejar la mala suerte o las energías negativas de ese periodo que termina y lograr una positiva transición. Sobre el origen de esta tradición se cree que al igual que otras, tuvo su origen en España.

COMERCIO

A unos días de que culmine este año 2023, en este municipio las familias han comenzado a elaborar con anticipación sus muñecos conocidos como “años viejos”, los cuales colocan en las puertas de sus viviendas como dándole ya la despedida.

En la colonia El Cristal, familias que anualmente buscan ganarse unos pesos extras durante este fin de año, ya han elaborada alrededor de una decena de estos muñecos, los cuales venden a razón de 300 y 400 pesos, dependiendo a como el cliente lo pida.

Son elaborados con ropa vieja, viruta, papel, zapatos viejos, y generalmente se les colocan en su interior explosivos como palomas, bombas, cañones, y otros, que hacen que el monigote termine reducido a pedazos.

LA QUEMA

• La quema del Año Viejo a la media noche  se convierte en el motivo de reunión entre familiares, vecinos y amigos, que en torno a la figura del Año Viejo, se reúnen  para compartir la tradicional cena de fin de año, las historias, los brindis, el baile, las alegrías y tristezas o  los malos momentos que se quieren quemar con el muñeco, pero también significa las ilusiones y esperanzas renovadas para el año que comienza.

EL ORIGEN

Algunos datos señalan que esta costumbre proviene originalmente de Europa, y que la quema de muñecos ya se realizaba en la antigua Roma, y se fue expandiendo hasta llegar a España, derivada de antiguos rituales paganos como los saturnales de los romanos o los celtas del país Ibérico, y que luego llegó a Ecuador.

Como fiesta de fuego, indican otros historiadores y estudiosos, la quema del Año Viejo, “podría remontarse a la Grecia Clásica, durante los siglos VI y V antes de Cristo, donde se creía que el rey debía morir incinerado al final de su reinado.

Después una figura de madera pasó a representar al rey y era quemada en la cima de una enorme pira cuando se acercaba al final de un periodo determinado. El rey nuevo empieza a gobernar inmediatamente después del fallecimiento e incineración del rey viejo.

• El portador de la luz representa al sucesor del rey que gobernará en la nueva era”.