OPINIÓN

Agenda Ciudadana
05/09/2025

El Informe y los Guiones

Si bien la presidenta Claudia Sheinbaum ha demostrado a lo largo de estos once meses que tiene una extraordinaria destreza para conducir su gestión con estricto apego a dos guiones contradictorios, el lunes pasado se vio obligada a no despegarse del primero, el nacional, de factura y consumo internos.  Su discurso fue claro: las políticas del bienestar avanzan, vamos bien e iremos mejor, como se encargaron de destacar —coincidiendo curiosamente— varios diarios nacionales. Consecuentemente, presentó el panorama que desde un rancho lejano, en los rincones de Palenque, le fue solicitado y el que sus fieles seguidores deseaban escuchar.

De esa manera, refirió con amplitud los alcances de la llamada Cuarta Transformación: millones de mexicanos superaron la pobreza; el número de homicidios dolosos mantiene una tendencia descendente; las detenciones de miembros de bandas delictivas han alcanzado cifras récord, así como también las cantidades de drogas decomisadas y el número de laboratorios destruidos; los programas sociales cubren a un buen porcentaje de la población; los hospitales tiene cubiertos sus requerimientos de medicamentos en un 90 por ciento; las refinerías están surtiendo de gasolina el mercado nacional, incluida Dos Bocas, que está funcionando al cien por ciento; un nuevo modelo económico está en desarrollo; con Estados Unidos habrá colaboración en materia de seguridad, mas no sumisión. Calificó de héroes y heroínas a los migrantes mexicanos que han tenido que marchar al país vecino e indicó que se han incrementado los servicios de apoyo a los connacionales en necesidad de ellos en los diferentes consulados; destacó el programa "México te Abraza" mediante el cual los paisanos repatriados son atendidos y protegidos, así como también se recupera parte de la empatía de la política de apapachos y estrujones que ya no aplica en otros asuntos; dijo, además, que no sólo ella llegó al poder, sino que lo hicieron todas las mexicanas. El recuerdo y la figura del expresidente López Obrador no podían quedar fuera, por supuesto. Su nombre fue mencionado en cuatro ocasiones a lo largo del texto y, lo más importante, su imagen fue vista en la red X de la presidenta. Ella subió una fotografía con el título "Trabajando", en la que se le ve en su oficina, en una toma ascendente, atendiendo de pie una llamada telefónica y, más arriba, una fotografía en la que acompaña a López Obrador en un momento en el que él aún tiene colocada la banda presidencial.

Al día siguiente, tanto la prensa conservadora como el presidente norteamericano se encargarían de apagar la celebración. La primera, cuestionando los logros apuntados, ya fuere mediante la corrección de algunos datos o ubicando los hechos concretos por ella referidos, con lo cual tenderían a perder brillantez y a adquirir otros significados. El segundo, recurriendo a su ponzoñosa retórica: alabándola para luego apabullarla al decir que México está dominado por el crimen organizado. De esa manera, los críticos nacionales le hicieron ver a la presidenta que su visón del país es corta y sesgada, mientras que el presidente norteamericano se ocupó recordarle que en su comparecencia quedó fuera un segundo guion, sino más importante, quizás sí, más pesado: el suyo.  Y si la presidenta recurrió a la fotografía de su oficina para que en Chiapas nadie tuviera duda para quien había sido elaborado el informe, el presidente Trump se encargó de que hubiera un video que le recordara a ella que sus preocupaciones y exigencias deben ser prioritarias: las fuerzas norteamericanas dieron a conocer que habían atacado una lancha venezolana que transportaba drogas causando la muerte de sus once ocupantes. Si bien Nicolás Maduro desmintió el hecho y aseguró que el video fue creado con inteligencia artificial, el supuesto ataque y la declaración de Trump sirvieron de preámbulo a la llegada de Marco Rubio a la Ciudad de México.

Prensa y redes no sólo mostraron otros datos, sino que se atrevieron a mencionar lo que el informe calló. Así, Nariz Roja y Con Causa, organizaciones civiles, señalaron que "a pesar del bonito discurso, la realidad de México es otra, el desabasto de medicamentos persiste". Vecinos de Dos Bocas contestaron con sonoras carcajadas cuando se les preguntó sobre la veracidad de la afirmación de la presidenta acerca del funcionamiento de la planta. Algunos sostuvieron que la refinería no solamente tiene meses de no operar, sino que su personal está recluido en oficinas propias de Pemex Exploración y Producción. La cifra descendente de homicidios fue opacada por el creciente número de desapariciones y la hipótesis alternativa de que ahora los cárteles eliminan a sus rivales y desaparecen sus cuerpos para evitar posibles persecuciones. Voces opositoras argumentaron, por otra parte, que el número de extorsiones y robos domiciliarios se han incrementado también. No sólo eso, la ausencia de referencias a la guerra que Mayitos y Chapitos sostienen desde hace poco más de un año en Sinaloa y que han provocado una gran crisis económica, social y política en la entidad fue ampliamente criticada, por igual. En materia económica, los críticos señalaron que efectivamente las familias mexicanas tienen mayores ingresos gracias a los programas sociales, pero que eso no necesariamente significa que haya menos pobreza. Manejo discrecional de datos por el nuevo INEGI y omisión de otras cifras, sostuvieron, permiten al gobierno festejar con pompa y platillo un resultado cuyo significado no es necesariamente el que le atribuye mediante su discurso. El nuevo modelo económico nada tiene de nuevo, se dijo, pues la economía desde el estado ha fracasado ya no sólo en México; sin embargo, nada se dijo de la crisis por la que atraviesa PEMEX, escenario en el que tendrá que ser contemplado y evaluado el "nuevo modelo". No hubo mención alguna a la medianía que debe ser propia del estilo de vida morenista, tantas veces solicitada pero nunca atendida; tal vez los oídos sordos de su gente movieron a la presidenta a olvidar el asunto, así sea de momento, porque ha terminado de convertirse, para ella, en un verdadero dolor de cabeza.

A pesar de que no se desplegó mucha cortesía en la recepción de Marco Rubio —el convoy que lo trasladó hubo de atravesar tráfico pesado en su trayecto y el secretario norteamericano debió constatar lo que significa sobrevivir a las inundaciones de una de las ciudades más habitadas del mundo—, el encuentro con la presidenta resultó productivo, según los reportes posteriores. El comunicado no pudo ser más positivo, pues reprodujo los lugares comunes de toda reunión entre funcionarios de diferentes países. Pero la conversación entre Rubio y la presidenta debe haber tenido momentos ríspidos, sin duda, pues el secretario norteamericano ha sido uno de los críticos más feroces de la política de seguridad mexicana y, en años pasados, sostuvo que López Obrador tenía relaciones de complicidad con el crimen organizado. Además, es fiero crítico de los regímenes autoritarios. Últimamente se ha hablado de su lista negra, en la cual, se dice, aparecen señalados altos funcionarios federales y algunos gobernadores. Además, ha insistido en que, en calidad de amigos, México debería aceptar la colaboración de Estados Unidos en el combate a las bandas criminales que, según su presidente, controlan buena parte del territorio mexicano.  

La presidenta se encargó de hacer del 1 de septiembre, su día, el día de la presidenta, para revivir, así, uno de los rituales más añejos de la política mexicana. Para conseguirlo, hubo de recurrir al guion interno, apegándose estrictamente a él. Sus críticos y el encargado del otro guion, el externo, el pesado, se han ocupado de amargarle la fiesta.

En los siguientes días empezaremos a descifrar el sentido positivo que Marco Rubio y la cancillería le otorgaron al encuentro. Entretanto, avanzamos hacia el segundo año, hacia el segundo informe. ¿Mantendrá la presidenta la capacidad de manejo de ambos guiones? ¿Se empieza a perfilar una nueva realidad en la cima del poder en México?   





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