Altar Mayor
26/09/2025
Al buen entendedor...pocas palabras...
Nuestros ancestros solían usar expresiones muy naturales –a veces contundentes-- que en forma acuciosa, inteligente llevaban certeros mensajes que obligaban a la reflexión y al aprendizaje de lecciones fundamentales en el comportamiento de tal o tales personas.
Bajo esa tesitura no puede perderse de vista el mensaje del Secretario de Marina, Raymundo Pedro Morales, pronunciado hace unos días, durante el desfile cívico militar con motivo de la celebración del 215 aniversario de la Independencia de nuestra nación, evento que fue encabezado por la Presidenta Claudia Sheinbaum.
Un mensaje muy claro, expresivo y sin poder ocultar la vergüenza y el dolor ante los últimos acontecimientos en los que por angas o por mangas se ha puesto en entredicho la honorabilidad y el respeto que a lo largo de la historia ha caracterizado a esa gran institución mexicana, la Secretaría de Marina.
Un mensaje que, en honor a la verdad, no solo vale la pena leerlo sino también debería tenerse muy en cuenta por todos y cada uno de los funcionarios y servidores públicos que hoy se encuentran en las diferentes trincheras de los 3 niveles de gobierno, la clase política y desde luego los mexicanos si es que en verdad entendemos el deber que todos tenemos de refrendar el patriotismo que muchas de las veces ya es visto no como un verdadero sentimiento de orgullo sino como un eslogan al que se recurre por conveniencia.
De manera breve y concisa Raymundo Pedro Morales, en una parte de su discurso pronunciado ese dia expresó: "Como la institución más querida de México, hemos trazado solo un rumbo a seguir, por lo que cualquier desafío recibe de nosotros todo el peso de nuestra honestidad y una frontal repuesta a nuestro pueblo, pase lo que pase, duela lo que duela, se trate de quien se trate, porque el amor al pueblo sólo puede corresponderse con el mismo sentimiento.
Fue mediante un ejercicio de sabiduría, sensatez, congruencia y humildad que pusimos ante la ley, ante la consciencia y el escrutinio de las y los mexicanos, actos reprobables que no nos definen como institución, sino que podían enquistarse y quedarse para dañar a nuestro pueblo.
Fue muy duro aceptarlo, pero hubiera sido mucho más y absolutamente imperdonable callarlo.
Jamás fue para nosotros opción el disimulo, porque el silencio no nos define. La verdad, en cambio, nos fortalece, la justicia nos determina y la honestidad nos sustenta.
Quien ama a México tiene la responsabilidad de responder."
Y al final enfatizó: "...porque solo se mantiene el honor con la verdad, porque en un país libre y soberano, como el nuestro, la ley es timón y guía; porque nuestro deseo de servir a México hoy es más grande que nunca."
Sin duda un mensaje dicho con mucho pundonor y ante la presencia de la primera mujer que hoy tiene en sus manos la responsabilidad de llevar las riendas de la nación, en esta etapa de la historia del país, donde como se ha venido publicando, el lastre de la corrupción sigue vivito y coleando provocando a algunos muchos dolores de cabeza.
Corrupción de la que mucho se ha hablado llegando incluso a decirse que ya se había terminado, pero que ahora, con el tema del huachicol fiscal, parecería que la realidad no era como se había pintado.
En ese sentido, ojalá que el mensaje del Secretario de Marina haya calado hondo, que se haya escuchado en todas las esferas oficiales y que no se eche en saco roto lo que dijo: "los actos reprobables... no los definen como institución fue muy duro aceptarlo, pero hubiera sido mucho más y absolutamente imperdonable callarlo."
Como dijera Juan Pueblo: al buen entendedor con pocas palabras. O a ti te lo digo puerta, escúchalo tú ventana. (altar_mayor@yahoo.com.mx)
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