Apretando las fronteras

Apretando las fronteras

El Washington Post de ayer ofrece algunas cifras claves del acuerdo alcanzado por México y Estados Unidos la semana pasada.

México se comprometió a desplegar 6 mil miembros de la Guardia Nacional a la frontera sur para contener la migración centroamericana.

Se comprometió a que para el mes de octubre, esa contención reduciría en 50 mil el número de migrantes centroamericanos que llegan a Estados Unidos. La cifra de migrantes detenidos en mayo fue 144 mil. La cifra que espera Estados Unidos para el fin del año, según el paso que lleva, es de 1 millón.

México detiene hoy un promedio diario de 700 migrantes ilegales que cruzan por su territorio. Se comprometió a subir la cifra a 2 mil diarios. Unos 60 mil al mes.

México aceptó también aumentar la cuota de migrantes centroamericanos que Estados Unidos le devuelve bajo el programa Remain in Mexico, para que esperen en territorio mexicano las decisiones judiciales sobre sus peticiones de asilo en Estados Unidos.

Hasta ahora ese programa ha devuelto a México unos 10 mil migrantes. En las últimas semanas esto ha significado un promedio de 250 migrantes devueltos por día. México aceptó en las últimas negociaciones que le devuelvan cuatro veces más, mil por día: unos 30 mil al mes.

También por primera vez en sus tratos migratorios con Estados Unidos, México aceptó contener el flujo desde su lado de la frontera, y recibir información precisa sobre los puntos más activos de tráfico con la promesa de apretar a traficantes y polleros.

Según las fuentes del Post hubo también otra novedad en las negociaciones: por primera vez México aceptó recibir ayuda financiera estadunidense para cumplir su parte del trato, en especial para alojar, alimentar y cuidar a los migrantes devueltos. Estados Unidos se dijo dispuesto a aportar “decenas de millones” de dólares del Departamento de Estado. ¡Decenas! (https://wapo.st/2X7fWGh).

De cumplirse, el panorama que dibujan estas cifras es el de una pinza temible: contención física en la frontera sur y campamentos de refugiados o devueltos en la frontera norte, todo dentro de territorio mexicano.

Imposible saber la cantidad de violencia y sufrimiento que la pinza provocará. No tenemos antecedentes. No lo hemos visto nunca.