Ayudarnos a escribir y a mirar

Apuntes sobre dos libros de Leila Guerriero (II)

Refiere el autor que por recomendación de un amigo periodista se acercó a la obra de Leila Guerriero. En especial a un volumen de periodismo que con el título de "Zona de obras" y la crónica-reportaje de "Los suicidas del fin del mundo".

EL LIBRO "ZONA DE OBRAS" lo integran varias ponencias que la periodista escribió y leyó en Congresos de sus afines en varios países de Latinoamérica. Asimismo lo integran artículos relacionados con ese tema, el qué se escribe, el cómo se escribe, y para qué escriben los periodistas. Pero además lo hace con un estilo muy definido, y con una filigrana de palabras que van llevando de la mano al lector por los vericuetos de la construcción de los textos, así como si fueran ventanas para asomarse y ver la mente de quienes se dedican a ese viejo oficio del mundo. Algunos temas del índice son: "El arte de contar historias reales", "Leer para escribir", "Acerca de escribir", "Algunas mentiras del periodismo latinoamericano", "El periodismo cultural no existe", "Dónde estaba yo cuando escribí esto", etcétera. Y se refiere en todos ellos a los textos de no ficción, pero... con las herramientas de la literatura: suspenso, monólogos, narrador omnisciente y testigo, metáforas, reiteración, y más.

LA LISTA DE LEILA de lo que ayuda a escribir y lo que a veces y no, es un planteamiento a modo de juego. Pero como en el juego de niños o grandes, es en serio y genera alegría además que da qué pensar. Cada quien puede hacer la lista personal. Si. Ya sé que es un abuso el citar completa esta lista de la periodista argentina. Pero quise en todo caso que disfrutara el texto con la lista completa. Y más que coordino un taller literario y anda uno desesperado por lograr motivar a los estudiantes para que escriban...

"CUIDAR UN JARDÍN AYUDA a escribir. Mirar por la ventana ayuda a escribir. Viajar a un sitio en el que no se ha estado antes ayuda a escribir. Conducir por la ruta un día de verano ayuda a escribir. Escuchar a Miguel Bosé, a veces, ayuda a escribir. Ducharse un día de semana a las cuatro de la tarde ayuda a escribir. Ir al cine un día de semana, a las dos de la tarde, ayuda a escribir. No tener nada que hacer no ayuda a escribir. Estar un poco infeliz, a veces, ayuda a escribir. Correr ayuda a escribir. Escuchar una —una— canción de Chavela Vargas puede ayudar a escribir..."

"...LIMPIAR LA CASA AYUDA a escribir. Preparar dulces ayuda a escribir. Que sea domingo —o feriado— no ayuda a escribir. Realizar tareas manuales —pintar, lijar, construir algo pequeño con clavos y madera— ayuda a escribir. Levantar un ruedo ayuda a escribir. Comprar una planta y cambiarla de maceta una tarde sin brisa ayuda a escribir. Mirar fotos viejas no ayuda a escribir, pero volver a la casa de la infancia ayuda a escribir. Leer este fragmento del escritor norteamericano Barry Hannah ayuda a escribir: "Yo venía de malgastar la mitad de mi vida inoculando poesía en mujeres no aptas para la poesía. Yo, que nunca amé salvo demasiado. Yo, que golpeé contra las paredes del tiempo y del espacio las horas suficientes, así que no tengo que mentir. Pero había algo en ella que hablaba de exactamente las cosas: de exactamente las cosas. Daba esperanza. Daba sudor helado. Era cruda como el amor. Cruda como el amor". Leer la carta en la que el fotógrafo chileno Sergio Larraín le da a su sobrino consejos para tomar fotografías y en la que dice, entre otras cosas, "uno se demora mucho en ver" ayuda a escribir...

"VIAJAR NO SIEMPRE AYUDA a escribir. Regresar no ayuda a escribir. Pero moverse ayuda a escribir. Mirar fotos de André Kertész ayuda a escribir. Mirar fotos de Alessandra Sanguinetti, en especial su trabajo llamado Las aventuras de Guille y Belinda y el enigmático significado de sus sueños, ayuda a escribir. La voz en off de Bruno Ganz, repitiendo "Cuando el niño era niño", en la película Ángeles sobre Berlín (El cielo sobre Berlín), de Wim Wenders, ayuda a escribir. Escuchar canciones infantiles (de María Elena Walsh) ayuda a escribir. Pensar en otra cosa ayuda a escribir. Exagerar ayuda a escribir. No darle importancia ayuda a escribir. Escribir ayuda a escribir. Por lo demás, ya dijo Faulkner: 99 por ciento de talento, 99 por ciento de disciplina, 99 por ciento de trabajo. (Nota del Editor: Leila Guerriero es una periodista y escritora argentina, ha publicado unos 15 libros e innumerables artículos, obtenido tres premios internacionales y es reconocida como una de las grandes cronistas actuales en lengua hispana)