CÁBALA

DE GUACAMAYAS Y PAGASUS

Hace algunos meses durante la cobertura a explosión de la bodega de café La Cabaña, un cabo de la 30 zona militar se acercó a reporteros presentes para solicitar nombre y medio de los quienes acudimos a ese suceso.

Es información de rutina comentó el elemento, al tocar mi turno, le solté el nombre de todos conocidos “Guacamaya Leaks”.  Todos reímos, y el militar finalmente se retiró esbozando una sonrisa.

Después de la “mañanera” del presidente del pasado viernes, “Pegasus” ha vuelto al debate público, desplazando al “guacamayazo”, tomando como centro de discusión que todo mundo espía y los que espían, pues también son espiados. Algo que no es nuevo, ni en este régimen, ni en el anterior.

Primero se destaca desde luego que el gobierno a través del presidente, reconoce finalmente “Pegasus”, el  sofisticado software espía desarrollado por la empresa NSO Group, sigue vigente y activo. 

En manos del Ejército mexicano, permite acceder a los mensajes de texto de celulares, rastrear  llamadas telefónicas, recopilar contraseñas, acceder al micrófono y a la cámara del dispositivo entre otras “bondades”.

El programa espía más famoso del mundo, es  una industria de 12 mil millones de dólares, que inició con programas para apoyar a gobiernos con problemas de terrorismo y crimen organizado.

Sin embargo en países de Europa ha sido ubicado en teléfonos de políticos, disidentes y activistas. El tema no solo en México -después de la declaración del presidente- sino en el Salvador, es que ha aparecido en celulares de reporteros y defensores de derechos humanos.

AMLO reconoció tácitamente que Raymundo Ramos, activista de Nuevo Laredo, fue  objetivo de este trabajo de inteligencia. La versión no oficial es que a través de  “Pegasus” se habría intervenido las comunicaciones privadas de Ramos con varios periodistas acerca de las ejecuciones extrajudiciales cometidas por el Ejército en Nuevo Laredo el 3 de julio de 2020.

En realidad no sorprenden a nadie este tipo de ejercicios “de inteligencia”. Lo que llama poderosamente la atención es que surjan de cara a la  ya próxima elección de Coahuila y Estado de México - tres meses de distancia-; y por supuesto en la antesala de la sucesión presidencial del 2024.

Más que distractor pues, “Pegasus” mete a los partidos de oposición y sus líderes al debate sobre espionaje, algo que tanto periodistas como activistas sabemos se practica desde hace muchísimos años.

Tan así “que nos tienen bien grabados” diría conocido diputado local, que cree que a él…no lo espían.

Kybalión.- Dentro de los distritos que se jugarán en Tabasco en 2024, quizás uno de los más peleados será el sexto federal, donde se concentra puro kilo de a libra si de aspirantes  se trata.

Uno de los prospectos que no hay que perder de vista dentro de Morena, es el síndico de hacienda en Centro Daniel Cubero Cabrales, quien ya pasó por el distrito local  como legislador y mantiene la ruta para escalar esa montaña.

Para los que anotan, fue uno de los definidos en favor del actual secretario de gobernación, allá por 2015, cuando nadie se atrevía a dar el salto.