Guadalupe-Reyes, maratón con cubrebocas

A mediados de noviembre pasado, México detuvo su tendencia a la baja en el numero de casos y defunciones por COVID-19

A mediados de noviembre pasado, México detuvo su tendencia a la baja en el numero de casos y defunciones por COVID-19. Un fenómeno global de rebrotes y nuevas subvariantes de Ómicron que se gestó en Europa durante el verano pasado, y que ahora nos impacta debido a la veloz y masiva movilidad intercontinental de personas, así como a la capacidad del SARS-CoV-2 de mutar continuamente hasta encontrar debilidades en las condiciones de salud y oportunidades inmunológicas favorables en organismos humanos, para sobrevivir como cualquier invasor que lucha por adaptarse en un nuevo ecosistema. 

Desde noviembre de 2021, cuando Ómicron fue detectada en Sudáfrica, ha suscitado preocupación. Sus subvariantes se transmiten con mayor eficacia, han logrado una impresionante velocidad de contagio y la habilidad de evadir la respuesta inmunitaria en la población vacunada o recuperada, extendiéndose más rápido que cualquier otra variante anterior, con tiempos record de duplicación de casos y reinfecciones cada vez más comunes. Aunque Ómicron conlleva menor riesgo de hospitalización en comparación con la variante delta, la más letal hasta ahora, la Organización Mundial de la Salud advierte que sus efectos no deben considerarse “leves”, ya que muchos países registran aumentos, menores pero significativos, en el número de muertes por COVID-19, sobre todo en lugares donde los niveles de vacunación entre las poblaciones más vulnerables son bajos. 

Las fiestas decembrinas ya comenzaron con el Día de la Virgen de Guadalupe, vienen las posadas, luego Navidad, fiesta de Año Nuevo y el Día de Reyes. Con un saldo acumulado de 7 millones de muertes por COVID-19 en el mundo, 331 mil en México y 6,300 en Tabasco, y con la aparición de estas nuevas subvariantes deberá conminarse a la población a la mesura y el distanciamiento posibles durante estas fechas, reforzando las medidas de seguridad individuales y familiares para evitar una escalada mayor de contagios como los que ya se registran. 

Aunque en meses pasados se derogó la obligatoriedad del cubrebocas, será necesario volver a promoverlo junto a otras medidas para prevenir los efectos de esta nueva ola COVID-19. Es necesario el uso del cubrebocas, sobre todo en espacios cerrados y de alta aglomeración, al menos por este invierno que también es oportunidad para otras enfermedades respiratorias como la influenza. Es nuestra responsabilidad cuidarnos, pero sobre todo a los más vulnerables. 

En México aún existe una población importante sin las dosis necesarias de vacunación anti-COVID. Sólo 2 de cada 3 hemos completado el esquema (63.5%), pero 1 de cada 4 no ha recibido ninguna dosis (23.9%), entre ellos un gran número de menores de 5 años que ahora sale a las fiestas decembrinas, a la convivencia familiar y con amigos distantes, exponiéndose a estas subvariantes altamente contagiosas; sin buenas defensas, pues carecen de experiencia inmunológica. Y aunque estos infantes resistan mejor y se recuperen sin gravedad de un posible contagio, podrían convertirse en vectores de contagio y propagación entre la población más vulnerable, como los no-vacunados, adultos mayores y enfermos con comorbilidades crónicas como diabetes, obesidad e hipertensión. 

Pero lo más peligroso es la ignorancia, la negligencia y la necedad de muchos jóvenes y adultos que desde inicios de la pandemia, y aún hasta ahora, se han resistido a la vacunación, al cubrebocas, a la hospitalización, y hasta las medidas de higiene y distanciamiento, provocando los efectos más desastrosos que hemos visto durante esta pandemia. Las vacunas y el cubrebocas son las armas más poderosas con que la humanidad ha resistido en estos últimos dos años, han salvado decenas y hasta cientos de millones de vida. 

Sigamos construyendo juntos una cultura de prevención y cuidado de la salud más sólida, informada y más solidaria para cerrar este oscuro episodio en la historia moderna que nos ha tocado vivir, sobrevivir y hasta ver a los nuestros partir. 

( drulin@datametrika.com , Investigador Titular, UJAT; Director General, Datametrika)