Cambio Climático y Huracanes más Intensos e Impredecibles

La principal fuente de energía de los huracanes es el calor del océano y la humedad de la atmósfera colindante


Los ciclones son fenómenos meteorológicos inherentes a la vida de nuestro planeta. Por sus temperaturas, vientos y lluvias, pueden ser depresión tropical, tormenta o huracán. Se vigilan y estudian para prevenir a las poblaciones que podrían ser afectadas. Son grandes proveedores de agua en regiones áridas, pero muy temidos por sus vientos y caudales destructores. En la Europa del siglo XV los grandes reinos dominaban alrededor del Mediterráneo, el límite de su mundo eran las Columnas de Hércules, el estrecho de Gibraltar; más allá del mar había una gran incógnita, un temor a lo desconocido para traspasar la línea del horizonte donde se ponía el sol.

Si Colón se hubiera topado con una de las grandes tormentas del Caribe, se habría regresado; y se hubiera fortalecido más la idea de que tras la cortina de tempestades y vientos incontrolables estaba el fin del mundo. Los taínos, caribes y mayas ya conocían muy bien esos fenómenos naturales que llamaron huracanes, representándolos como un dios de tormentas, fuego y viento. Los totonacas en sus observaciones meteorológicas lo representaban con el dios Tajín, al que tenían gran respeto. Pero este mismo fenómeno es conocido en la India como ciclón; en Filipinas, baguio; en el Pacífico noroeste como tifón, y en Australia, Willy-Willy.

La principal fuente de energía de los huracanes es el calor del océano y la humedad de la atmósfera colindante, y el calentamiento global que experimenta el planeta tiene un impacto directo sobre esos parámetros. Se forman en los trópicos cerca del Ecuador, con una temperatura del mar superior a los 27°C y mucho océano para cobrar fuerza y nutrirse. México se haya entre 2 grandes océanos, en una región tropical cada vez más caliente y expuesta a los fenómenos de El Niño y La Niña, que modifican el patrón normal de las condiciones meteorológicas, provocando alteraciones que favorecen tormentas, inundaciones, tornados y ciclones.

Los huracanes se clasifican en 5 categorías, en la escala Saffir-Simpson, dependiendo de la velocidad del viento. Categoría 1: vientos de alrededor de 150 km/h. Categoría 2: vientos cercanos a 180 km/h. Categoría 3: vientos mayores a 200 km/h. Categoría 4: vientos de hasta 250 km/h, con grandes inundaciones, desplome de casas, edificios, afectaciones graves en playas y estructuras. Categoría 5: vientos mayores a 250 km/h, considerada la más fuerte, el daño es total; colapso de grandes edificios, oleaje de hasta 5 m, árboles arrancados desde la raíz, inundaciones de hasta 3 m y vientos que arrancan todo a su paso. En México han impactado 5 huracanes de categoría 5 provenientes del Atlántico: Janet (1955), Beulah (1967), Anita (1977), Gilbert (1988) y Dean (2007). Del Pacífico han sido 2: Patricia (2015) y en días pasados Otis, que impactó el puerto de Acapulco y rebasó los pronóstico; en menos de 12 h pasó de tormenta tropical a categoría 5. No es común que alcancen su máxima intensidad en un tiempo tan corto, este comportamiento atípico ya se estudia para determinar sus posibles causas.

Muchos factores contribuyeron a la formación de Otis y a las desgracias que trajo; entre ellas la negligencia gubernamental y hasta de la misma población; pero sin duda que un planeta más caliente es causa directa. Desde la revolución industrial las temperaturas siguen aumentando, contribuyendo a la generación de eventos climáticos extremos, como este huracán y las grandes inundaciones. La memoria antropológica, histórica, geográfica y hasta religiosa, nos revela que hemos vivido y convivido con los desastres naturales desde las primeras civilizaciones.

Y es que nuestro planeta es un organismo vivo que aún se mueve y evoluciona; pero que también reacciona al cambio climático, la deforestación, la sobrepoblación y el consumismo voraz. Junto a ello, la mala planeación urbana, el mal-uso de suelo, la falta de estudios científicos, la negligencia en obras de prevención y falta de planeación a largo plazo, nos harán más vulnerables ante este y otros eventos meteorológicos que serán cada vez más frecuentes, intensos e impredecibles. (drulin@datametrika.com/Investigador Titular, UJAT/Director General, Datametrika Co.)