Escala Crítica
08/08/2025
Austeridad como identidad 4T, legado a prueba: turismo en tiempos del jabonero
DIVERSOS MEDIOS de comunicación, con énfasis, muestran grietas en el discurso ético de la 4T, a propósito de la austeridad como modo de vida. El periodo vacacional es prolífico en fotos mediáticas de turismo ostentoso: aliados incómodos, los Yunes de Veracruz, degustan vino con precio de 2 mil euros en la isla de Capri (Italia); Mario Delgado, titular de la SEP, desayuna en Portugal; Ricardo Monreal, coordinador de diputados de MORENA, disfruta con su familia y Pedro Haces en España; Andrés López Beltrán, secretario de Organización, hace fila para el buffet en hotel 5 estrellas de Tokio (Japón). Ninguno de esos viajes vacacionales, hay que decirlo, está al alcance del ciudadano de a pie.
Hay morenistas que se quejan del escrutinio mediático y alegan mano negra con marcaje personal. Sin embargo, no es asunto meramente mediático: es error de bulto de figuras públicas. Si esto genera otra estrategia narrativa de la oposición, estará en su derecho. ¿Por qué? En el VI Consejo Nacional de Morena -celebrado en mayo- se hizo explícita la sugerencia a los militantes de evitar turismo de lujo. Si cada quién pagó de su bolsa, el atenuante de todos modos no alcanza: hay palabras empeñadas -de austeridad- que la ciudadanía toma en cuenta, sobre todo con referencia al pasado inmediato. No es asunto de pelearse con los medios que rastrean o consiguen material gráfico para exhibir el doble discurso de unos cuantos, que -eso sí- se generaliza para tiznar parejo. Los medios hacen lo suyo, exhibir la contradicción, aunque se equivocan de enfoque al querer abarcar a toda la 4T con estos casos. Falacia de la parte por el todo. Y también es cierto que la oposición no profesa austeridad. Otra igualación a la baja (‘¿ven? somos iguales’), que obstaculiza consensos mínimos de quehacer social y político.
Así las cosas, militantes distinguidos de la 4T en veraneo ponen a prueba la identidad de austeridad y “el vivir en la justa medianía”, máxima juarista que recordó la presidenta Claudia Sheinbaum cuando habló del tema. “Todos tenemos derecho a vacacionar, aunque todos tenemos una responsabilidad ética: el poder es humildad, no ostentación”. Que lo entiendan los que deben entenderlo: el tema austeridad importa.
LEGADO CON VOCHO
¿CÓMO SE GENERA una mística política y se construye una identidad frente al ciudadano de a pie? En la Villahermosa de los años 90s, era muy conocido el Volkswagen blanco que utilizaba López Obrador y que contrastaba con camionetas lujosas de políticos del régimen. Sin palabras, la diferencia se hacía notar. La ciudadanía percibió en López Obrador un acento diferente para hacer política: alejarse del dinero y los lujos. Y muchos se identificaron, del Vocho al Tsuru. Vida sencilla.
En el libro AMLO: vida privada de un hombre público, de Jaime Avilés (2012), se lee: “una vez, al pasar por Huichapan, un pueblo del estado de Hidalgo, una señora se le acercó para entregarle una caja. -¡Nooo! No me den regalos, ya se los he dicho… -No es un regalo, licenciado. -¿Ah, no? ¿Y qué es? -Son las cenizas de mi esposo. Es que estaba muy enfermo y lo estuvo esperando; no se quería morir sin despedirse de usted, pero… pues se murió antier, licenciado; aquí traigo sus cenizas. Yo creo que se pondría contento si supiera que usted las cargó”.
¿Hay otro político del siglo XXI que despierte esa sensibilidad ciudadana?
VIVIR LA AUSTERIDAD
LA IDENTIDAD 4T se forjó con recursos precarios. 1994: a la mitad de una jornada tabasqueña con 11 mítines en rancherías, Andrés Manuel le dice a sus dos acompañantes periodistas: “-En este pueblo hay tienda, no sé si me explico. -ante nuestro silencio, se explaya-: o sea, yo no traigo comida para ustedes, pero aquí se pueden comprar una torta, algo para aguantar lo que falta, porque falta mucho”. Al final de la jornada, empapados de sudor, en otro pueblo con tienda, la pequeña comitiva de Andrés Manuel se refresca con Sidral. Escribe Jaime Avilés: “A la hora de pagar, Andrés Manuel pregunta: -¿Quién me invita? Su consumo asciende a 50 centavos. Pero no trae ni cinco en la bolsa.”
En esta mística política, me parece que la clave fue la naturalidad para vivir la austeridad: sin quejas, con humor y apego a principios que la clase política tradicional juzgaba pueriles, sin perspectiva de triunfo.
CAYUCOS Y LO QUE SE FUE
CONTÓ LÓPEZ OBRADOR a Jaime Avilés, en otra estampa que aclara sus raíces y la identidad alejada de esplendores: “Mi madre vendía mercancía en los pueblos con cayuco. Se iba de Tepetitán a las rancherías con su balanza, con mercancía, y le ayudaban los bogas, los que reman. De las rancherías, mi madre traía maíz, frijol, arroz. Mucho arroz había en esa época. Y muchas pieles: de lagarto, de tigre y de otros animales. Todo ese mundo ya no existe, me ha tocado ver cómo se ha depredado todo”. Ahí está la identidad sur que AMLO asimiló como lección familiar y luego recuperó para el mapa político de México.
La presidenta Sheinbaum defiende con claridad ese legado de austeridad. Pero no todos se sienten a gusto con ese rasgo de identidad.
(vmsamano@hotmail.com)
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