* ¿Se podía o no se podía, ampliar la justicia social en México 1917-2017?

* Diversidad cultural, posibilidad de consenso sólido: Paz en su laberinto                   

* Combate 4T a la pobreza: ¿sobrevive la promesa 1910 de justicia social?

¿QUÉ NOS QUEDA de la Revolución Mexicana?, ¿Una promesa de justicia social que se deslavó en el tiempo, y que hace suya la izquierda social, ¿Tenemos un gobierno con memoria?, o ¿sobrevive el mito para ocultar lo malogrado de la promesa social? Las siguientes líneas intentan trazar una reflexión cultural/histórica de la promesa tan insistente de justicia social.

SIETE CONTRA 100

SIETE años del régimen designado como la Cuarta Transformación, cuyo aniversario fue celebrado masivamente, palidecen en el tiempo frente al 115 aniversario de la Revolución. Ahora que circula el dato de 13.4 millones de personas que salieron de la pobreza, la pregunta retrospectiva es: ¿qué sucedió por décadas en materia de justicia social? El anhelo de igualdad está vivo en el discurso político. La oposición descree del dato oficial, pero no cuestiona el combate a la pobreza. No puede hacerlo, ese debe ser también su objetivo declarado...aunque con un modelo distinto.

¿Y en los hechos? Los senderos se ramifican. Los ´herederos de la Revolución´, con la maquinaria partidista que monopolizó colores patrios, podrían explicar por qué el antiguo régimen 1917-2000 tropezó para impartir justicia social a mayorías desprotegidas...las que se sacrificaron en la Revolución.

En el lado blanquiazul, 2000-2006 y 2006-2012 fueron sexenios de continuidad neoliberal. Un Gatopardismo. Y desde 1988 se enterró el nacionalismo revolucionario como doctrina política, también como bandera de identidad.

Hubo 100 años de soledad, 1917-2017: promesas convertidas en migajas, mientras las élites acumulaban. Dato: 300 familias concentran 80% de la riqueza nacional.  No es envidia, es un lastre social.

DIVERSIDAD ¿TEMIDA?

MÉXICO NO ES ya el monolito de los discursos posrevolucionarios. ¿Fueron compatibles realidad social y discurso político del antiguo régimen? El reconocimiento de la diversidad cultural visible en el país debería ser acompañado de fuerzas políticas equiparables. Aunque la oposición es caricatura nostálgica: lejos del ciudadano, no encuentra representación social. El país pierde cuando eso sucede. La diversidad organizada es posibilidad de consenso sólido. La condición es integrar a las mayorías sociales a la discusión de problemas, no sólo a fotos protocolarias. Simulación no es diversidad.

PRESENTIR LA DIVERSIDAD

EN EL LABERINTO de la Soledad (1950), Octavio Paz traza mitologías revolucionarias: "La Revolución es una súbita inmersión de México en su propio ser. De su fondo y entraña extrae, casi a ciegas, los fundamentos del nuevo Estado". Replicó Carlos Monsiváis: "la excelencia prosística no atenúa la desinformación". No se pueden extraer, "casi a ciegas, los fundamentos del nuevo Estado". La Revolución contiene diversos y contradictorios contenidos ideológicos. No es lo mismo Villa y Zapata que Carranza, o Madero que Calles y Obregón. El mito unifica, la realidad diversifica.

Paz intentó diversificar el hecho revolucionario a través del gozo popular. Concluye en la mitificación dual, ¿unidad ilusoria?: "Como las fiestas populares, la Revolución es un exceso y un gasto, un llegar a los extremos, un estallido de alegría y desamparo, un grito de orfandad y de júbilo, de suicidio y de vida, todo mezclado". Se presiente la diversidad: triunfa la dualidad. ¿Sucede ahora? Vencer la desigualdad es todavía un propósito, en el que avanza, cierto; pero persiste.

AGENDA HISTÓRICA

SIN NEGAR AVANCES en derechos laborales, nivel de vida y libertades civiles, el déficit de la Revolución fue el cumplimiento de su promesa de justicia social. Desde Obregón y Calles (1919-1929), la ideología ofertada fue encarnación de la justicia en forma de instituciones que emanan de la Revolución. José Vasconcelos en desigual campaña presidencial (1930), observó que "la experiencia de la Revolución no había beneficiado al pueblo sino a sus astutos y pervertidos caudillos". El poder era revolución institucional y no había otra ruta.

La pregunta sobre justicia social sigue en pie: ¿Se logró la principal demanda revolucionara? No. La 4T, su parte auténtica, se propone un rumbo de justicia social vía combate a la pobreza (de los pobres, no de los políticos). ¿Ahí sobrevive la promesa histórica que espera cumplimiento sin brega de eternidad?               ( vmsamano@hotmail.com)