Memoria del agua, desmemoria del hombre

"EL AGUA TIENE MEMORIA", hemos escuchado, y la relacionamos directamente con las inundaciones...

PARA CALMAR LA SED, agua. Para bañarse, agua. Para lavar los trastes, agua. Cepillarse los dientes.  Para el lavado de pisos, hacer crecer las plantas. Siempre el agua presente en todos los días y en todos los lugares, necesaria, vital.

"EL AGUA TIENE MEMORIA", hemos escuchado, y la relacionamos directamente con las inundaciones. La avaricia de unos cuantos comprando terrenos bajos de nivel, y por lo tanto baratos, ha derivado en que estos, que han funcionado como vasos reguladores en las temporadas de lluvia, sean rellenados para la construcción y negocio de nuevos fraccionamientos e hipermercados, centros comerciales. Solo que la memoria del agua, cuando las torrenciales lluvias, la hace conducir y buscar donde acomodarse, y es cuando se inundan colonias que antes no se inundaban. ¿Y eso por qué?, se preguntan.

CLARO, TAMBIÉN TIENE QUE VER para las inundaciones, el enorme basural que se tira a cielo abierto, de tal manera que las alcantarillas se taponean y el drenaje colapsa, así que el agua sale hasta por las coladeras de los baños en muchas de las de otras tantas colonias. Hay quienes sacan la basura luego de que pasa el camión de la basura, y es cuando los gatos y perros en situación de calle, buscan comida y para ellos rompen las bolsas y se desparrama la basura. Y así van las cosas.

PERO EL AGUA TIENE MEMORIA, parece una expresión metafórica. Y por lo pronto dejémosla allí. Me pregunto ¿cómo es que a unas personas se le dan muy bien las plantas que siembran, y si son árboles frutales, en sus temporadas están cargados de fruta? Y a otros se nos secan, por más que buscamos consejos en los tutoriales de "plantas bellas" y "frutas en abundancia". "Ah, me responden, es que las personas les hablan a las plantas, le sonríen, y estas perciben el cariño de las personas".

CUANDO LLOVÍA, en aquellos años de nuestra infancia, el agua se metía a la casa (209 del callejón 6), y teníamos que sacarla. Aun así mi madre no se quejaba. Al contrario decía: "bendita lluvia tan necesaria para que crezca la siembra en los campos". Y eso decía aún que la teníamos dentro de casa, y un área era piso de tierra, así que en el lodo y a cubetas la sacábamos, y esa labor nos ocupaba unas dos horas. Y era un martirio para nosotros, que, ya de tanto, en la temporada de lluvia, hasta de juego lo tomábamos.

TALES DE MILETO ya en el año 640 antes de Cristo, afirmaba que el agua es el origen de todo lo que existe, a lo que en griego se le llama "arjé". Una afirmación adelantada a su tiempo, si se toma en cuenta que con ellos empieza la Filosofía, es decir el pensar distanciándose de los mitos y la magia con lo que explicaban el origen del universo y la vida, con sus tantos dioses antropomórficos, y que "convivían" con los humanos, compartiendo virtudes y vicios y engendrando nueves seres entre terrenales y divinos. Pero Tales dijo que el agua es el principio de todo.  Y muchos siglos después se dice que el origen de la vida terrestre inicia en el mar, es decir, en el agua,  y más aún, que nuestro cuerpo representa alrededor del 80% de agua.

PLATICANDO CON EL AMIGO Jaime Ruiz en el taller, nos comenta que la expresión de que "el agua tiene memoria" no se refiere a lo que nosotros creíamos, que buscaba los lugares bajos al no encontrar la hondonada que le servía de aposento y vaso regulador, y por tanto inundaba otras colonias, sino que exactamente el agua tiene memoria y recuerda, que si por ejemplo al agua le gritas con coraje y maldices, sus átomos tienen distinta morfología a la que le hablas con palabras de cariño, y si sonríes junto a ella. Precisamente a eso se refiere a la llamada "agua bendita", que no es otra cosa que agua a la que se le trata con emociones positivas.

"NO ES QUE ENTIENDAN literalmente las palabras que pronunciamos, sino que reciben vibraciones positivas, lo mismo que las plantas, o negativas", digo. Por ejemplo, cuando las guerras médicas griegas, el rey Jerjes mandó dar 300 azotes al Helesponto, además de maldecirlo culpándolo de la derrota facilitada por el mar para la navegación de los navíos de los enemigos. En Herodoto: "... Agua amarga, este castigo te da el Señor porque te has atrevido contra él, sin haber antes recibido de su parte la menor injuria. Entiéndelo bien, y brama por ello; que el rey Jerjes, quieras o no quieras, pasará ahora sobre ti. Con razón veo que nadie te hace sacrificios, pues eres un río pérfido y salado». Y más aún, se habla en la Biblia que "Elías golpeó las aguas, y estas se dividieron y pasaron en tierra seca. Y se abunda más: en Salmos 114: "qué te pasa, oh mar, que huyes, y a ti, (río) Jordán que te vuelves atrás,..."

EL JAPONÉS MASARAU EMOTO (1943-2014) ha investigado sobre el agua, y escribió el libro "Los mensajes del agua". Y en él refiere que todo afecta para bien o mal al vital líquido. Científicamente no está comprobado, alzando las cejas dirán los académicos y los científicos. Solo que Emoto fotografía átomos de agua y estos son muy distintos según el trato recibido con palabras, sea de estima, amor, denuestos, o con etiquetas. Interesante el tema. Y puede parecer una locura este planteamiento de que el agua tiene memoria y trata de mandarnos mensajes, como diciendo: "mi estado natural es ser pura, no me contamines, cuídame, porque soy parte de ti, y me requieres para la vida".

QUÉ LOCURA PENSAR en un mensaje así. Pero a fin de cuentas el agua la desperdiciamos y la contaminamos desde hace muchos años, mediante las guerras y los desechos industriales, como si esta no tuviera importancia. Si se afirma que las guerras son por petróleo, el llamado oro negro, que dice el poeta López Velarde que nos escrituró los veneros de petróleo (a México), el diablo...", no me quiero imaginar a las generaciones venideras en guerra por el agua para la sobrevivencia. Y esto gracias a la desmemoria del ser humano, muy contrapuesta a la memoria del agua.