La violencia en México, una encuesta nacional

Han transcurrido décadas en nuestro país, y durante ese tiempo, y por el empuje los históricos movimientos feministas,  hoy existen numerosas leyes,  instituciones, incluso funcionan algunos talleres de masculinidad, en un intento de encontrar otros caminos para combatir la violencia contra las mujeres.

Sin embargo el flagelo no solo no se detiene sino sigue en crecimiento y aumenta su salvajismo e inmoralidad por lo menos en nuestro país, México,. Hasta el momento no existe alguna fórmula, política o social o autoridad que logre frenar la  conducta machista que impera en la mayoría de la población masculina de nuestra sociedad y en cualquiera de sus niveles sociales e intelectuales.

Como botón de muestra los datos que aporta  la última Encuesta Nacional sobre la Dinámica de las Relaciones en los Hogares (2021), publicados por CIMACNOTICIAS, que revela, entre  otras cuestiones,  que  6.4 millones de mujeres de quince años y más,  fueron víctimas de algún tipo de violencia sexual y lo más terrible es que los agresores en su mayoría se encuentran en sus núcleos familiares.

Los autores de las agresiones, tíos, tías, en su mayoría,  primos en menor escala (17.4 por ciento), y en menor escala (15.8 por ciento) personas ajenas a la familia  -vecinos o conocidos-, en 15.8 por ciento.

En la lista de los perpetradores siguen abuelos, padrastros, madrastas y otros familiares- Es decir, queda de manifiesto que ese en el núcleo familiar donde se cometen más estos delitos, que van -afirma la ENDIREH-, desde tocamientos en las  partes íntimas de las víctimas, menores de edad, sin su consentimiento hasta obligar a las víctimas a tocar a sus agresores.

En la misma encuesta se registra que el 3.3 por ciento de las niñas abusadas durante su infancia fueron forzadas a tener relaciones sexuales bajo amenaza o con uso de fuerza, y al 1.4 por ciento las obligaron a ver contenido pornográfico en revistas, videos o fotografías, mientras el  1.1 por ciento de ellas fueron coaccionadas para realizar otro tipo de actos sexuales bajo amenaza o con uso de fuerza de su agresor.

“El incesto, en sus  diferentes expresiones se ha convertido en un grave problema tanto en México como en el resto de América Latina”, registran los resultados de la encuesta.

El mayor problema en la investigación del incesto, hace notar la ENDIREH, es el silencio que impera alrededor de ese delito, porque muchas veces las víctimas no se atreven a denunciarlo por temor o  la confusión de no saber que lo que les sucedió es un abuso, un delito, y cuando se lo cuentan a familiares estos deciden mantenerlo en secreto.

Por esa circunstancia es que el subregistro de incesto es tan alto y por lo tanto dan pie a un alto grado de impunidad.

Según datos recabados por el Instituto Nacional de Geografía y Estadística (INEGI), dice la nota publicada por CIMAC, el porcentaje de mujeres que reportaron haber sido víctimas de violencia en la niñez aumentó en comparación a los datos que reportó la ENIREH de 2016 e 35.2 en el 2016 al 41.8 por ciento en el 2021.

Además, en 2021, las agresiones de índole sexual pasaron de 9.4 a 12.6 por ciento, según las mujeres encuestadas que significa un aumento de poco más de tres puntos porcentuales, algo similar ocurrió con la violencia psicológica, la cual pasó de tener una incidencia de 18 a 21.6 por ciento. Seguiré con este tema que obliga a una reflexión y atención.