La educación en el Modelo Imperial y la búsqueda de la verdad

Sigo con mis observaciones respecto a la educación en México

Sigo con mis observaciones respecto a la educación en México. Una más sería que nuestra educación proviene directamente del Modelo Imperial. El maestro no tiene el control de su clase como es en el Modelo Democrático, sino que lo tiene alguien más arriba, según el Modelo Imperial. Yo nunca tenía el control de mi propia clase cuando fui maestro en México, la burocracia podía intervenir de muchas maneras. O cambiando el currículum arbitrariamente, o impidiendo que se actualizara el currículum conforme a las necesidades reales, o directamente interrumpiendo mi clase. 

No existen los derechos democráticos de la educación en México. Existen en todo caso derechos sindicales pero para otros propósitos, no para los educativos. Y si uno protesta, el modelo se encarga de “congelar” a uno, no en mejorarse. 

Existen estos derechos democráticos en algunos lados como el CIDE o el Colegio de México, en lugares aislados, pero porque estos institutos compiten a nivel mundial y ahí no pueden permitirse estos mangoneos primitivos por no decir bárbaros. Hay otras muchas que luchan para romper las cadenas del Modelo Imperial y servir al país noblemente. Pero en todos ellos no existen derechos democráticos, ni para los maestros, ni para los propios alumnos. El cuestionamiento y la participación no existen, lo que no nos permite saber si vamos en el camino correcto. Está castigado el aspecto investigativo (para comenzar en casa) en qué se utiliza el presupuesto de mi institución o departamento, y nuestra educación se maneja más bien en forma acartonada como si fuera una fábrica industrial de obreros frente a maquinas.

EL PAPEL DE LA INVESTIGACIÓN

Otra característica que observo es que conviene ser un buscador de la verdad en tu vida, pero mucho más si tú estás en la educación. Inicialmente, la verdad siempre será ajena a lo que piense la persona. 

Es ajena, luego la reconocemos, y finalmente la internalizamos hasta que parezca otra verdad más cercana todavía a la realidad que buscamos describir y entender.  Pero de todos modos, primero buscamos la verdad en el exterior de uno, donde vamos a encontrar la base de la verdad que luego se fortalece en nuestra conciencia y eso requiere también mucha conciencia para no dejar parte de la verdad afuera y mucha valentía para aceptarla, dejar un espacio receptor en nuestra conciencia en donde la verdad va a desplazar a la mentira o cuando menos otra verdad menos captadora de la realidad. 

Entonces, este proceso genérico educativo requiere un doble esfuerzo: el primero para aceptar que tal cosa es mentira, y la disponibilidad a aceptar la nueva verdad que desplaza a otra de menor cercanía a la realidad. Es un proceso que yo he observado que por lo general el ser humano no quiere seguir, y en México es muy difícil que este proceso se implemente. Cuando está en curso hay mucho ruido que estorba el proceso, de la familia o del entorno. 

Un ejemplo: Tenemos el caso de la creación del mundo y existen por lo menos dos versiones: la que da la Biblia y la que da la Ciencia. Según la Ciencia, primero fueron gases que se compactaron en lo que hoy tenemos la Tierra; en la otra versión, Dios asentado en el Cielo en seis días creó el Universo y el Mundo. Entonces, son dos maneras competitivas de ver la realidad. Y no es irrelevante cuál de estas escoge el individuo. 

Para un alumno es muy difícil si proviene de una familia religiosa entender el proceso de la evolución, porque va en contra de las bases más profundas de su vida. Si no hay espacio educativo para estas interpretaciones va a haber un conflicto permanente: o se acepta la verdad científica y se relega esa parte de la Biblia o se relega la Ciencia y se reafirma esa parte de la Biblia. Entonces eso tiene consecuencias para la visión del mundo y del país, en los individuos la verdad va a seguir como un ácido que corroe hasta que salga y esto es un problema para el sistema educativo mexicano que no la respeta.  (El autor es economista, especialista en planificación, los apuntes de México y su modelo revisan las limitaciones del modelo imperial frente al democrático. Colaborador de Presente)