Tercera Navidad COVID y la Sexta Ola

En diciembre de 2019, celebrábamos las fiestas decembrinas y año nuevo sin más preocupaciones que la de estar a tiempo y dispuestos para organizar

En diciembre de 2019, celebrábamos las fiestas decembrinas y año nuevo sin más preocupaciones que la de estar a tiempo y dispuestos para organizar, compartir y convivir con compañeros, amigos y familiares; ignorando que el último día de ése mismo año, el 31 de diciembre, la oficina de la Organización Mundial de la Salud (OMS) en la República Popular China detectaba una declaración de la Comisión Municipal de Salud de Wuhan en la que se mencionaban casos de una “neumonía vírica”. Los contagios masivos en esa región la convirtieron en una epidemia, declarada por la OMS como emergencia de salud pública y de preocupación internacional el 30 de enero. 

Al extenderse por varios países y continentes, afectando a millones de personas, el 11 de marzo de 2020 es declarada como pandemia COVID, y la OMS emprende medidas estrictas y urgentes entre gobiernos y organismos de salud regionales para contener la veloz y creciente mortalidad entre los contagiados. El 20 de marzo, ya con casos detectados y los primeros decesos en México, se suspenden las clases presenciales en todo el país y se decreta la emergencia sanitaria nacional por el virus SARS-CoV-2. A partir de ahí, nuestra vida diaria, laboral y familiar cambiaron radicalmente. 

Para la Navidad de 2020, con los embates de la primera ola COVID y la segunda ola en apogeo, las familias mexicanas sufrían la ausencia de más de 120 mil seres queridos. La mayores pérdidas empezaban a registrarse en jefes de familia y adultos mayores. El impacto económico, social y psicológico había sido devastador; pérdida de negocios, inversiones, empleos y vidas humanas. Las familias se reunían casi en aislamiento, en una incertidumbre jamás imaginada. Con solo un cubrebocas, gel antibacterial y sana distancia como protección, la humanidad había transcurrido un año 2020 enclaustrada y temerosa, con una economía global paralizada y un futuro amenazado por un enemigo casi invisible. 

Cerca de 300 mil decesos por COVID se acumulaban para diciembre de 2021, un segundo año pandémico que acumulaba las muertes de la segunda ola, sumaba los decesos de una tercera más lenta y daba origen a una cuarta ola altamente contagiosa a fin de año. Las primeras vacunas emergentes anti-COVID, que aún siguen en desarrollo, fueron aprobadas por la OMS el 31 de diciembre de 2020 y mejoraron las condiciones de salud pública mundial para 2021. Así, llegamos al final del segundo año de pandemia con mucha ilusión y esperanza de ver un nuevo horizonte, la Navidad de 2021 devolvió las expresiones de alegría, pero aún con nostalgia. 

El mundo tuvo un respiro, se detuvo la escalada veloz de enfermos graves y defunciones, se reactivó la economía y la humanidad reinició su vida en una nueva normalidad que no termina de definirse. Hoy se registran más de 331 mil decesos, han transcurrido cinco olas y una sexta creciendo. 

En este tercer año de pandemia, el mundo ha vuelto a su dinámica acelerada, la movilidad innecesaria, el consumismo y la aglomeración vuelven a ser la constante diaria en todas las urbes. Las nuevas subvariantes de ómicron menos letales y los altos índices de vacunación nos hacen sentir menos vulnerables, seguros, y hasta olvidarnos que surfeamos una sexta ola que aumenta y avanza hacia sus máximos. Aunque no será una ola con gran impacto en los sistemas hospitalarios ni se contarán por muchos los decesos, habrá decenas de miles de contagios diarios en México y miles en Tabasco. 

En el último reporte, Tabasco registra menos de 20 hospitalizados y menos de 5 decesos en la última semana; parece poco, pero nadie desearía ver entre ellos a nuestros seres queridos. No olvidemos que un solo hombre es la medida de todas las cosas, que uno solo nos representa a todos y que ninguno debería pagar los pecados de toda la humanidad. Celebremos pues esta Navidad con alegría, mesura y prudencia; cuidando a los más vulnerables, reflexionando sobre el rumbo y futuro de nuestras vidas, dejando atrás lo vivido, lo sufrido y lo perdido. ( drulin@datametrika.com , Investigador Titular, UJAT,

Director General, Datametrika Co)