Nuevas lecciones de las elecciones: en 2024 continúa el desmantelamiento del viejo sistema

López Obrador, una forma de hacer historia y sus adversarios

SIN DUDA que está muy bien aplicado el lema "seguimos haciendo historia", como expresión de identidad de Morena, el Movimiento de Regeneración Nacional fundado por Andrés Manuel López Obrador en 2011 pero con registro como partido apenas en julio de 2014. Hizo historia en 2018 al lograr una extraordinaria votación, y lo vuelve hacer ahora, no sólo al conseguir poco más de los 30 millones que obtuvo hace seis años, sino porque lleva a la Presidencia a la primera mujer –y de izquierda- que despachará en Palacio Nacional, la doctora Claudia Sheinbaum Pardo. Hay, cierto, muchos más elementos a considerar.

Pero hizo historia también en la disputa por el poder legislativo (cámara de diputados y senadores), que le dará una mayoría constitucional con posibilidades de modificar la Constitución sin necesidad de la oposición, y hasta convocar a un Congreso Constituyente; otro éxito lo registra en la contienda por nueve gubernaturas (de las que ganó siete ampliando su presencia local en el país). De confirmarse los resultados preliminares, Morena por sí sola estaría gobernando 24 estados.

El contraste es más visible si tomamos en cuenta que el PRI, el viejo partido único, sólo se queda dos entidades, el PAN con cuatro y MC con dos.

El poder mayoritario y casi único debe estar acompañado de la autocontención para garantizar su legitimidad.

EFECTO OBRADOR Y LABOR PROPIA

PARA EL CASO de Tabasco, especial mención se ha hecho en los medios nacionales del resultado favorable a Javier May Rodríguez, quien a la cabeza de la coalición de Morena, va en camino de ser el candidato a gobernador más votado en la historia de Tabasco (más de 750 mil votos), y con un porcentaje que lo coloca en el primer lugar en la República: más del 80 por ciento del total de votos emitidos.

No cabe duda que sin el peso del abstencionismo, Javier May hubiera logrado los más del millón de votos como era su meta. Lo que sí se cumplió fue el pronóstico que el mismo expuso: un triunfo sin posibilidades de ser cuestionado en los tribunales. Lejos, muy lejos y dividida, quedó la oposición.

En las elecciones del 2018 a nivel federal, participaron 56 millones 611 mil votantes, lo que representó el 63.42% del padrón. De ese total López Obrador obtuvo 30 millones 113 mil 483 sufragios. Esto es un 53% del total.

En esta ocasión, en 2024, bajó la participación, ya que acudió a las urnas el 60.2%, que sin embargo representan 59 millones 307 mil (tres millones más que hace seis años en números reales por el crecimiento del padrón, aunque menor en porcentaje). Pero, a pesar de la abstención registrada con las cifras preliminares observamos que Claudia Seinbaum rebasó ya los 32  millones de votos, lo que representa el 58.9% a su favor. Como lo señaló el propio López Obrador, esto es resultado de que recorrió todo el país, "hizo una campaña intensa, visitó muchísimos pueblos, estuvo en las plazas públicas y estuvo recogiendo los sentimientos de la gente".

UNA LARGA LUCHA

Sin demeritar el esfuerzo de Sheinbaum y su equipo, es innegable que el "efecto Obrador" sigue vigente como sucedió en 2018 y 2021, pero también como ha ocurrido en elecciones anteriores desde que el actual presidente Andrés Manuel decidió en 1988 contender como candidato de la oposición a la gubernatura de Tabasco. Recordemos que entonces, a pesar de los fraudes y de que la otra oposición prácticamente no existía (el PRI había obtenido la gubernatura en 1982 con el 95.8 por ciento), le arrancó al Sistema el 21 por ciento de los sufragios, cuando la tricolor era una estructura aparentemente invencible. Elección tras elección AMLO fue mostrado su capacidad para obtener un respaldo electoral creciente. Enfrentó el fraude de 1991, 1994, 1997 y 2000, a nivel estatal; posteriormente los fraudes reclamados en 2006 y 2012 hasta la insurgencia ciudadana en 2018.

Este mismo "efecto Obrador" favoreció a sus candidatos en Tabasco para la gubernatura Arturo Núñez y Adán Augusto López, de la misma forma ahora a Javier May con la diferencia de que este último hizo un intenso trabajo de territorio y es un político que acompaña al obradorismo desde finales de los ochenta y principios de los noventa.

El denominado "tsunami 4T" –aunque podemos seguir denominando "efecto Obrador" logró lo que la oposición creía imposible: una mayoría decisoria en las cámaras de diputados y Senadores, y el poder territorial en 24 (o 26 si contamos a sus aliados) estados con las gubernaturas. Estamos ante una recomposición de las fuerzas políticas.

AL MARGEN

Escribió el investigador y activista Rodolfo Uribe: "Esto no es más que vil y vulgar chantaje de los empresarios y financieros contra la voluntad de los mexicanos: su explicación no tiene ninguna lógica. Cuando dicen que no hay contrapesos quiere decir que ellos no mandan. O sea el capital contra la democracia.

"El resultado de la elección genera riesgo, sobre todo porque en la Cámara de Diputados alcanzó dos tercios y eso genera incertidumbre debido a que el rendimiento de estas acciones tienen un mayor riesgo", dijo a Expansión Matías Osorio, gerente de ventas y experto en mercados financieros de Capitaria.

El especialista destacó que la mayoría en las Cámaras por parte de Morena no generan contrapesos necesarios y es lo que provoca nerviosismo en los mercados".

Habrá, sin duda, otras expresiones y presiones similares del gran capital. Para no dar lugar a la incertidumbre, Claudia Sheinbaum anunció que seguirá como titular de Hacienda el economista Rogelio Ramírez de la O. (vmsamano@hotmail.com)