OBSERVATORIO DE DATOS

Según el INEGI, en México hay casi 35.5 millones de madres, con edades que inician en los 15 años

Según el INEGI, en México hay casi 35.5 millones de madres, con edades que inician en los 15 años. En los últimos años, se registran cerca de 1 mil embarazos diarios en adolescentes, acumulando más de 350 mil anualmente. De éstos, unos 10 mil ocurren en niñas menores de 15 años, y 1 de cada 10 en jóvenes menores de 19. A nivel mundial, México ocupa el primer lugar en embarazo adolescente dentro de la OCDE. Las causas se hallan en la pobreza, la escasa educación sexual integral, las costumbres arcaicas y hasta en la religión; aunado a políticas publicas poco certeras para acceso universal a mejores servicios de salud, educación, trabajo e impartición de justica.

En promedio, las madres mexicanas tienen 2.2 hijos. Ahora, la mayoría de ellas (57%) solo cuenta con educación básica, 1 de cada 5 (19%) tiene bachillerato y apenas 1 de cada 6 (17%) con educación superior; por el contrario, el 7% no cuenta con ningún nivel de escolaridad. En cuanto a participación laboral,  solo 4 de cada 10 madres mexicanas (41%) están económicamente activas. Todo lo anterior nos aleja de los ODS de la Agenda 2030 y, en particular, de la meta de erradicar el embarazo adolescentes y reducir a la mitad el de las más jóvenes.

Todas estas desventajas, así como al estancamiento presupuestario y la falta de mayor inversión y gasto público en salud y prevención, detonan en una triste realidad, la mortalidad materna; donde junto a Brasil, México lidera los primeros lugares en América y la OCDE. Esta epidemia, inaceptablemente alta, refiere al fallecimiento de mujeres durante el embarazo, labor de parto o postparto. De acuerdo con la OMS, este flagelo cobra la vida de 300 mil mujeres anualmente, 900 cada día en todo el mundo. Casi el 95% de todas estas defunciones se producen en países  pobres, y pudieron haberse evitado. El elevado número en la mortalidad materna refleja la desigualdad en el acceso a servicios de salud de calidad entre ricos y pobres.

En países de bajos ingresos fallecen 50 madres por cada 10 mil niños nacidos vivos, frente a 1 por 10 mil en los países desarrollados, como Dinamarca. La mayoría de las complicaciones por las que mueren tantas son prevenibles o tratables; otras pueden existir ya antes del embarazo, pero se agravan con la gestación, si no se tratan como parte de la atención a la mujer. En 3 de cada 4 víctimas, las causa son hemorragias, infecciones, preeclampsia, eclampsia, complicaciones en parto y abortos clandestinos o peligrosos.

México promedia 900 muertes maternas en los últimos años, 10% ocurre en adolecentes menores de 19 años. La mitad se registra en hospitales y clínicas de la Secretaría de Salud, 1 de cada 5 en el IMSS y 1 de cada 15 en la iniciativa sanitaria privada. Las causas principales han sido hemorragias postparto, arritmias o insuficiencias cardiacas, abortos y enfermedades respiratorias. En 2021, el COVID-19 fue la primera causa de fallecimientos maternos, con casi la mitad (43%); pero en 2022 resultó en quinto lugar. Las entidades con el mayor número de estos decesos son Chiapas (35), Puebla (37), Jalisco (43), Veracruz (44); y Estado de México (68), la entidad con el mayor número de casos consecutivos desde 2019. En Tabasco, con una media cercana a 2 muertes maternas por mes en el último lustro, esta epidemia requiere incrementos presupuestarios reales para su mitigación.

Ahora, sin soslayar la obligación del estado, es necesario edificar una maternidad y paternidad responsables desde 20 años antes; esto es, educando, concientizando y preparando a nuestros hijos, y a nosotros mismos, mucho antes de llegar a la edad reproductiva y al deseo de formar o extender una familia. La mala alimentación, el abandono del deporte o la activación física; las malas decisiones al elegir maneras, tiempos y personas para iniciar una relación o familia, así como la desidia por buscar mejores oportunidades laborales, de ingresos o de calidad de vida, terminan complicando, agravando y llevando a la muerte a una deidad generadora de vida. ( drulin@datametrika.com/ Investigador Titular, UJAT/ Director General, Datametrika Co.)