Pájaros ciegos, perdidos

TODOS ANDAMOS PERDIDOS. El universo es tan grande. La carne tiene mirada cercana

TODOS ANDAMOS PERDIDOS. El universo es tan grande. La carne tiene mirada cercana. La carne luz poco a poco pierde el brillo y se apaga. Se extingue como si no hubiera existido. La memoria es tan frágil, que apenas dura dos o tres generaciones. Miran la foto vieja. Y dice una muchacha: creo que fue mi tío.

PERDIDOS EN EL TIEMPO. Corramos o caminemos, de todas maneras llegamos a la meta asignada para nuestra carrera. Sin caminar llegamos más rápido. La última estación es la meta. Nadie estuvo más cerca que el recién nacido.

PERDIDOS EN LA GEOGRAFÍA, damos unos pasos, descansamos, damos otros, volvemos a descansar. Emprendemos el camino y seguimos con la ilusión de avanzar en verdades de a kilo, razonamientos de oro, y así. Evanescentes seguimos caminantes, hasta que nos despegamos del suelo, para luego de unos cuantos años caer. El cuerpo está sujeto a la fuerza de gravedad, que todo aplasta.

PERDIDOS EN EL SILENCIO. Miramos todos los rostros con los que nos cruzamos. Y hablamos idiomas distintos aunque parezcan palabras calcadas. Cada palabra significa algo diferente. Y escuchamos solo para responder. "Desde tu error te respondo con verdades irrefutables".

PERDIDOS EN LOS SUEÑOS. Creemos que andamos de vigilantes en la realidad, atentos. Y es en el sueño en el que transitamos. Nos pellizcamos para darnos cuenta que son sueños de verdad. Y el amor pasa sin dejar huella. Bueno, sí. Una huella en el sueño.

LLEVAMOS LA VERDAD general creyendo que es la verdadera, y le hemos puesto nuestro sello de rabia e indolencia. Y con látigo tratamos de imponerla: "Es verdad...” y le agregamos lo de "científica", para convencer sin que nos refuten. Solo que cada día hay una verdad nueva. Y lo que fue verdad ya no lo es.

HAY QUIENES TOCAN la puerta de la verdad para que les abran. Y tarde se dan cuenta que no había puerta. Era tan solo un dibujo de puerta. Pero tampoco había verdad. Ah, sí, solo la tuya. Tienes razón.

HAY QUIENES SIGUEN caminando sin importar un carajo la verdad única. Y son señalados porque no se adaptan al cuadrado ni al círculo del pensar general. ¿Y entonces?

POR ESO, PERDIDOS EN LA FIESTA, ante el mar, en el vuelo, en el sueño, en la desidia, en centros de convenciones donde se dictan las verdades como recetas de cocina, ordenan: "escriban un poema y dibujen rosas rojas, hojas verdes y tallo café".

PERDIDOS ANDAMOS en los gruesos libros acomodados en anaqueles olvidados de bibliotecas municipales. Nadie los consulta, solo el comején y los raros eruditos de polvo. Por eso otros, locos, escribían epigramas en hojas volantes, efímeras, fugaces, como la vida misma.

PERDIDOS EN EL ESPECTÁCULO de luces neón y fuegos artificiales. Sin duda es mejor que estar dentro de la cueva donde las verdades son inmutables.

PERDIDOS EN LA PISTA de hielo que se derrite, en el desierto congelado, en la cima donde el oxígeno se enrarece. Perdidos y sin las alas del pensamiento abierto, indispuestos para seguir aprendiendo.

PERDIDOS EN EL AYER, hoy, mañana. Quizá nos volvamos a ver.

EL MAGO DE LA CIENCIA saca la verdad de la chistera. Y el público aplaude en la única función de la vida.

EN MI VENTANA SIN VIDRIOS nunca chocan los pájaros del tiempo, perdidos, ciegos ya de tanto vuelo. Les alimento con mi carne.