OPINIÓN

Parques y Museos
11/06/2025

Espacios públicos: la apropiación popular (II)

ESCRIBIÓ EL AUTOR EN LA ENTREGA ANTERIOR: "LO QUE HACE A LAS CIUDADES ES EL SENTIDO DE PERTENENCIA QUE INCLUSO VERBALMENTE SE EXPRESA COMO SI FUERA DE PROPIEDAD: MI CIUDAD. CUANDO AÚN EN LA MÁS SEÑORIAL, PATRIARCAL Y DESIGUAL CIUDAD, EN REALIDAD LA PARADOJA DE LA MODERNIDAD, LA DIFERENCIA CON LA EDAD MEDIA Y LAS SOCIEDADES TRADICIONALES, ES QUE LA CIUDAD ES AL MISMO TIEMPO DE TODOS Y DE NADIE EN PARTICULAR". EN EL CONTEXTO DE LO QUE VARIOS AUTORES HAN EXPUESTO SOBRE LAS CIUDADES, EN ESTA ENTREGA SE REFIERE AL DEBATE LOCAL. EL TEXTO ES PREVIO AL ANUNCIO DEL GOBERNADOR JAVIER MAY SOBRE LA CONSULTA A LA QUE SE SOMETERÁ LA PROPUESTA DEL MUSEO NACIONAL OLMECA.

SEGUNDA PARTE

Se presentó un proyecto para un museo que va a ocupar 14 mil 700 metros del parque Tomás Garrido, eliminando el llamado Centro de Convivencia Infantil (abandonado por varias administraciones igual que el Ágora) y que integraría al Museo de la Venta de Carlos Pellicer. Se dijo que no se van a tocar árboles, pero se presentó el dibujo de un gran edificio de concreto pegado a la laguna, en donde sólo aparecen unas pocas palmeras como las que hay a la entrada del parque Tomás Garrido. Todavía al día siguiente la Secretaria de Cultura dijo que no se tocaría al parque Tomás Garrido. Y después que el proyecto todavía no es definitivo.

         Es una cuestión de espacios públicos. Tanto el Museo de la Venta, única cosa por la que Tabasco es conocido en el mundo, como el Parque Tomás Garrido, son ejemplos de éxito de intervenciones y construcción de infraestructura socio cultural y de entretenimiento. Y en 67 y 38 años respectivamente, la gente, los ciudadanos, los tabasqueños, o el pueblo, como quiera llamárseles se apropiaron de ellos. No sólo por su significación simbólica o la fama de sus diseñadores (Carlos Pellicer y Teodoro González de León), sino por cuestiones estrictamente prácticas: con excepción del parque de La Pólvora, y tras la poda de Plaza de Armas y Parque Juárez, son los únicos espacios públicos arbolados, sombreados y agradables de libre acceso en la ciudad.

Los padres mientras sus hijos son pequeños lo tienen claro: ¿a dónde llevar a los niños que no se aburran por la repetición y no se gaste dinero? Y los niños más pobres, por ejemplo, espontáneamente convierten la fuente de los poetas en los días más cálidos del año en un mini balneario popular (a falta de albercas públicas en la ciudad). Y aunque se tiene abandonado y en mal estado y sufren los animales, el zoológico es el único lugar accesible para los pobres en la ciudad sin tener que pagar el pasaje y la entrada del Yumká. El museo y el parque son verdaderos oasis en una ciudad que por otra parte es un desierto para la cultura y el esparcimiento. Y son, sin demagogia, de todo el pueblo, de ricos y pobres, de los intelectuales que ven la poesía de Pellicer en el parque como de los que hacen Jogging y las parejas que se juntan en el malecón que ya no podrán abrazarse frente a la cabeza olmeca, pero sobre todo de las familias populares.

         De construirse el museo en la esquina del parque de acuerdo al diseño presentado en una imagen, habrá otros problemas como el congestionamiento perpetuo de Ruíz Cortines, la expulsión por supuesto de la población popular de esa zona y la concentración de todo el turismo del estado en un solo punto de la ciudad. Y al estar los dos museos juntos, no cambiará la dinámica turística de pasar una sola noche en Tabasco, mientras que si se construye en otro punto de la ciudad tendremos al menos una doble pernocta con la derrama económica que ello implica. El delegado del INAH, o sea de historia, descalifica la obra de Pellicer por vieja e inoperante y dice que se tirarán unos pocos arbolitos delgaditos: las fotos aéreas tomadas el sábado por Google Earth lo desmienten. Y... ¿Dónde jugarán los niños? (FIN)

        





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