Plano tangente

Los flujos del campo (tiempo estimado de lectura: 5 minutos)

"La madre naturaleza no tira cosas."

         William Booth

 

Los animales que pastorean desempeñan un papel crucial en los sistemas agroalimentarios. Las redes tróficas que impulsan están moldeadas por procesos biogénicos y, al mismo tiempo, impactan en la microtopografía, las propiedades del suelo y el comportamiento del forraje. Como consecuencia, también influyen en los procesos hidrológicos y en la eficiencia del forraje. Estas redes están reguladas por interacciones alimentarias, sustentan la biodiversidad y cuidan el funcionamiento de los ecosistemas a través de flujos de energía entre los consumidores y los organismos consumidos.

Una red o cadena alimentaria se refiere al conjunto de relaciones alimentarias interconectadas entre organismos dentro de un ecosistema. En el caso del ganado tropical, la red alimentaria involucraría a los animales, las plantas que comen y los organismos "descomponedores" que modifican la materia orgánica muerta.

En la base de la red alimentaria se encuentran los productores primarios. Por lo general, se trata de plantas que utilizan luz solar, agua y dióxido de carbono para producir energía a través de la fotosíntesis. En un ecosistema de suelo tropical, los productores primarios pueden incluir pastos, leguminosas, arbustos y árboles.

Inmediatamente después están los herbívoros, animales que comen plantas. En un sistema ganadero tropical, los principales herbívoros serían el ganado vacuno, bufalino, ovino, caprino, caballo o burro. Estos animales pastarán y aprovecharán la energía de los productores primarios.

Los descomponedores, por último, son organismos que degradan la materia orgánica muerta, como plantas y animales muertos e incluso heces. En un ecosistema de suelo tropical, los descomponedores pueden incluir bacterias, hongos, escarabajos, lombrices y termitas, entre otros tantos. Desempeñan un papel esencial reciclando nutrientes en el suelo y poniéndolos a disposición de los productores primarios. Particularmente su participación en el reciclaje de los nutrientes y la materia orgánica del estiércol ha sido ampliamente reconocida como una estrategia importante de agricultura sostenible. Este proceso ayuda a resolver la escasez de recursos, aumentar el almacenamiento de carbono y mitigar la degradación ambiental inducida por fertilizantes químicos inorgánicos. Además, puede mejorar el rendimiento de los cultivos, reducir la pérdida de nitrógeno y aumentar el almacenamiento de carbono orgánico en el suelo. El uso del estiércol, sin embargo, no es tan directo: sus elementos tóxicos residuales (es decir, metales pesados, antibióticos y patógenos) pueden contaminar el suelo si se manejan incorrectamente (Fang et al., 2023).

La salud del suelo es fundamental para toda la red alimentaria. Los suelos tropicales suelen ser frágiles y propensos a la degradación debido a factores como la deforestación, el pastoreo excesivo y el uso indiscriminado de agroquímicos, como fertilizantes y pesticidas. Las prácticas de manejo ganadero sostenible que promuevan suelos sanos son esenciales para mantener una red alimentaria productiva en las regiones tropicales.

La vida animal en los suelos tropicales subsiste principalmente por los recursos derivados de las raíces de las plantas, y no tanto por la hojarasca caída. Los estudios realizados en bosques tropicales, plantaciones de caucho y de palma de aceite en Indonesia muestran que, sin el acceso a las raíces vivas, la abundancia de animales del suelo disminuye entre un 30-42%. Por el contrario, la eliminación de la hojarasca muerta tiene poco efecto sobre los animales del suelo, pero sí disminuye la biodiversidad (en el suelo y en la hojarasca) en un 60% en los bosques tropicales y plantaciones de caucho. Este hallazgo, aunque a primera vista parezca inofensivo, es de suma relevancia para entender y manejar de manera sostenible los sistemas ganaderos tropicales, procurando el cuidado de su biodiversidad, sus redes alimenticias y, por tanto, su funcionamiento productivo. 

Todos los organismos de un ecosistema cumplen con un papel clave en su manutención. Para uso humano, ahí radica la importancia de proteger a cada especie: en que un ecosistema sano es uno eficiente. Volviendo a los sistemas agroalimentarios, así como las plantas y los organismos fotosintéticos son la base de cualquier otra forma de vida, los animales herbívoros domésticos desempeñan un papel crucial al aprovechar tierras no aptas para cultivo y mejorar el procesamiento de residuos agrícolas. Los animales de granja contribuyen al suministro de estiércol, que es esencial para mantener la fertilidad del suelo y mejorar la productividad de los cultivos. Su presencia en los sistemas alimentarios circulares tropicales ayuda a optimizar el uso de recursos y promover la sostenibilidad en las prácticas agrícolas. Y, por supuesto, este ciclo no se cerraría sin los animales y microorganismos descomponedores que, aunque difíciles de ver a simple vista, se encargan de que el flujo de nutrientes no se detenga.

Mientras no valoremos cómo funcionan la ecología y las redes alimentarias, seguiremos cavando el hoyo en el que estamos hundidos. Hemos moldeado tanto a la tierra y la naturaleza en nuestro intento por hacerlas más productivas que nos hemos olvidado de las cosas que siempre le han funcionado.

jorgequirozcasanova@gmail.com