Puntos suspensivos

Cultura, una receta contra la guerra y la violencia: Santiago Genovés

Es viernes al mediodía. Un viaje al Centro de Villahermosa. El sol pega y fuerte. La camisa manga larga se moja de sudor, al igual que la frente y el cuello. 

El paseo se da por algunas calles de la Zona Remodelada. La gente camina buscando “algo”, o tal vez nada. 

Se escucha el murmullo. A lo lejos una canción de Raphael, “Qué sabe nadie”, inunda la calle Juárez con su eco. 

De repente se hace una parada como buscando el Norte. De frente, la calle Lerdo. Hay que subir unas escaleras, dicen que por ahí está la casa donde nació el escritor José Gorostiza. 

Por ese punto se encuentra una librería ambulante. Sobre algunas mesas o tablas están colocadas varias obras: Psicología, periodismo, literatura, historia, entre otros temas. 

En ese lugar estaba un libro titulado “En el umbral del milenio”, de Fernando Díez de Urdanivia (Lecturas mexicanas). Su portada en color rojo llama la atención. En su interior dice que se trata de cincuenta protagonistas de la cultura nacional. Precio: 25 pesos (hoy me doy cuenta que es una ganga). 

Entre los entrevistados resaltan Enrique Alonso, “Cachirulo”, actor. Raúl Anguiano, pintor. Héctor Azar, dramaturgo. Ignacio Burgoa, abogado. Leonora Carrington, pintora. Alí Chumacero, escritor. Manuel Esperón, compositor. Ricardo Garibay, escritor. Teodoro González, arquitecto. Marga López, actriz. Ignacio López Tarzo, actor. Marcos Moshinsky, científico. Silverio Pérez, torero. Jaime Sabines, poeta. Paco Ignacio Taibo I, periodista. Leopoldo Zea, filósofo, entre otros. 

Pero existe uno de los protagonistas que tiene una marca de separador en color verde. Se trata del antropólogo Santiago Genovés (+). De acuerdo a su hoja de vida era español, pero fue adoptado en México. 

En su entrevista (página 192), afirma que la ciencia sale de la duda. Y lo que hay que hacer es dudar, porque la verdad no la tiene nadie, y se debe buscar el error. “No empeñarnos en que algo sea cierto, porque nada en ciencia es cierto”. 

Pero no todo queda ahí, el especialista indica que la médula de la ciencia es irse corrigiendo constantemente. 

Sin embargo, como un equilibrista, Santiago Genovés habla también de la cultura, y la entrelaza, la teje, e indica que la cultura no es sólo aquello que pasa en Bellas Artes, es una parte sí, “es ir más allá, es lo que nos puede llevar hacia adelante y convertirse en elemento fundamental de más y mejor educación”.

En ese mosaico infinito de temas, trata lo que toda su vida estudió: la violencia. “Se debe a factores culturales”, dice.  

“Diferencias en el sentido de la vida. Diferencias políticas. Económicas. Religiosas. Por eso nos peleamos, y no porque tengamos que pelearnos. Desafortunadamente somos el único animal que mata en masas a sus semejantes”. 

Cuando se le pregunta si cree en alguna receta en contra de la guerra y la violencia, responde que la única arma se llama cultura. “Pero estamos en la edad de piedra respecto al tema”. Para la reflexión. 

Pasa el tiempo. Mientras el calor continúa su trabajo el libro se va entre manos: “En el umbral del milenio”, y todo por 25 pesos. ¡Una ganga! 

PARÉNTESIS 

Seguiremos en semáforo naranja. Los números de contagios fluctúan casi en los 300 casos diarios. Dicen que es el resultado de diciembre… ¿o será que en realidad nada nos importa? (kundera_w@hotmail.com)