OPINIÓN

ECONOMÍA OIL

¿TRANSICIÓN ENERGÉTICA DE MEXICO? (II)
29/11/2025

SEGUNDA Y ÚLTIMA

El uso de combustibles fósiles, principalmente del gas natural, petróleo crudo y derivados, provendrá de la demanda; estará impulsada por la industria, la energía residencial y el sector tecnológico, ya que varias empresas realizan importantes inversiones en centros de datos con alto consumo energético para impulsar el despliegue de tecnologías avanzadas, como la inteligencia artificial (IA), y están siendo ligadas a plantas de gas natural o nucleares.

En el informe de la AIE (Agencia Internacional de Energía), se prescindió de los objetivos para eliminar gradualmente el uso de combustibles fósiles y, para calcular el escenario mencionado, se consideraron únicamente las políticas gubernamentales vigentes. Como consecuencia, se proyecta que la demanda de petróleo alcance los 113 millones de barriles para el año 2050, lo que representa un incremento del 13 % respecto al consumo de 2024, debido a que los gobiernos otorgan prioridad a la seguridad energética sobre la transición a fuentes de energía renovable.

México debería mantener una meta de producción de 1.8 millones de barriles diarios de petróleo crudo y limitar la producción de gas natural, considerando que existen importantes reservas y potencial para desarrollar combustibles de mejor calidad. Para alcanzar la autosuficiencia y fortalecer la soberanía energética, las empresas estatales necesitarán aumentar su presupuesto de aproximadamente 1 billón a 2 billones de pesos, dado que gran parte de la demanda del mercado actual depende de importaciones.

Estados Unidos y China comprenden que quien controle la producción y el consumo de combustibles fósiles dispondrá de los recursos financieros necesarios para impulsar el desarrollo de futuras fuentes de energía sostenible.

Es fundamental entender que el cumplimiento de la meta de cero emisiones netas para 2050 implica evitar nuevas inversiones en proyectos de carbón, petróleo y gas. No obstante, numerosos países continúan destinando importantes recursos a los combustibles fósiles para responder al aumento de su demanda energética. ¿México sabrá esto?

El uso de combustibles fósiles continuará a nivel mundial. México actualmente enfrenta limitaciones financieras que dificultan la explotación eficiente de estos recursos, lo cual restringe las inversiones necesarias en infraestructura destinada a optimizar su utilización, transformación, almacenamiento y logística. Además, esto limita el desarrollo de investigaciones orientadas a garantizar un presente sostenible para las futuras generaciones.

El ritmo de adopción de energías renovables y la velocidad de transición desde los combustibles fósiles dependen en gran medida de la capacidad de los países para diversificar sus fuentes energéticas e invertir en almacenamiento de baterías, con el fin de garantizar la estabilidad operativa de la energía verde. Por otro lado, el abandono de compromisos relacionados con energía limpia por parte de Estados Unidos podría impactar la transición internacional hacia fuentes sostenibles, dada su posición como principal emisor de dióxido de carbono a nivel mundial. Adicionalmente, las guerras arancelarias han incrementado los costos de insumos clave como el acero y el aluminio, lo que afecta los costos operativos, de inversión y la planeación tanto a corto como a largo plazo en el sector energético; el segmento de renovables resulta especialmente afectado, ya que los nuevos proyectos requieren altos niveles de capital inicial cuya recuperación se proyecta en el largo plazo. En comparación, los proyectos basados en combustibles fósiles suelen recuperarse financieramente en menor tiempo, incluso cuando involucran inversiones significativas.

México está comprendiendo que, en el contexto global actual, los combustibles fósiles continúan desempeñando un papel relevante. Para lograr una transición energética efectiva, es necesario apoyarse en recursos como el petróleo crudo y el gas natural antes de avanzar hacia fuentes renovables y, eventualmente, infinitas.

Actualmente, no se observa la implementación de una política pública efectiva; únicamente existen documentos oficiales que reflejan la situación actual sin una proyección clara hacia el futuro. (– Grupo Caraiva – Grupo Pech Arquitectos)




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